Castigado por su amor romance Capítulo 1893

"¡Así es! ¡Cada vida es preciosa y digna de amor y cuidado! ¡Rápido, ven y discúlpate con esta pequeña niña ahora!".

Brooke de inmediato se volvió hacia Eira. "Lo siento. No debí haber sido tan feroz contigo. Sé que eres muy pobre y lamentable. Sin embargo, no importa que tan pobre seas, no puedes llamar a mi padre, tu papá. Mi papá es solo mío. Nadie más puede llamarlo papá. Si eres lamentable, entonces puedes llamar a mi papá, tío. Mientras no llames a mi papá como papá en el futuro, entonces te perdonaré. Por favor, perdóname tú también, ¿está bien?".

Eira se quedó sin palabras. En ese momento, el corazón de la niña de ocho años estaba tan adolorido como si hubiera sido cortada por un cuchillo. Lágrimas corrieron por sus mejillas. Ella estaba llorando tanto que claramente no podía distinguir la expresión de los demás. Estaba llorando tanto que no sabía qué hacer. La niña de ocho años todavía era incapaz de lidiar con la situación de manera tranquila y serena. Ella estaba muy indefensa. Estaba tan indefensa que ella no sabía qué hacer. En ese momento, qué tan bueno hubiera sido tener a su madre y a su hermano cerca. Sin embargo, su madre y su hermano no sabían que ella había ido a pedirle dinero a su padre. Su hermano, en particular, no tenía ni idea.

"Eira, tu padre no está dispuesto a darte dinero, así que no vayas a pedirle dinero de nuevo en el futuro. Pronto cumpliré dieciocho, y en dos meses me graduaré de la secundaria. Cuando me haya graduado, iré a buscar un trabajo para ganar dinero y mantenerte a ti y a mamá. Solo aguanta por otros dos meses. Tengo que conseguir mi diploma de secundaria, ¿está bien?", le dijo su hermano a ella.

Eira parecía haberle prometido a su hermano, pero no quería que su hermano dejara de estudiar porque tenía muy buenas calificaciones. Fue por eso que vino a pedirle dinero a su padre a espaldas de su hermano y su madre. Sin embargo, no esperaba que cuando había tomado la iniciativa de pedirle dinero a su padre por primera vez en su vida, la situación se saldría tanto de control.

La niña de ocho años solo sabía llorar, pero sus lágrimas no consiguieron ninguna simpatía de su padre. Él solo sostuvo su frente con molestia, luego volteó su cabeza y miró a Brooke. "Brooke, ella debió asustarse por ti. Supongo que ya te habrá perdonado. De lo contrario, ¿por qué no diría algo?".

Brooke miró a Eira con descontento.

"Brooke, mira lo lamentable que es esta niña. Ella es más lamentable que tú. Llevémosla a comprar ropa nueva y un par de zapatos nuevos, ¿está bien?", dijo Delmont de nuevo.

"¡No está bien! ¡Ella ni siquiera está dispuesta a perdonarme!", dijo Brooke.

"Mm-hmm", respondió Brooke.

La familia de tres se sentó en el asiento del conductor y el asiento del pasajero delantero mientras que Eira se sentó sola atrás. La soledad no era algo que una niña de ocho años pudiera procesar. Sin embargo, incluso si ella no podía procesarlo, todavía tenía que hacerlo.

Cuando llegaron al centro comercial, la familia de tres llevó a Eira directo al departamento de niños. Una vez que la vendedora vio a Brooke y a su familia, ella de inmediato dijo de manera amistosa: "Hola, Presidente Stevens, Directora Fox, han venido. ¿Están aquí para elegir algunas cosas para su hija? ¿No acababan de comprar un carrito completo el día anterior? La princesita en su familia realmente está muy feliz".

"No, hoy, hemos venido a propósito para darle limosna a esta mendiga maleducada", dijo Brooke.