Castigado por su amor romance Capítulo 1897

Delmont sonrió al instante. "Esa es mi buena chica. Es mejor si puedes ser comprensiva. Cuando me casé con tu Tía Joy, tu hermana aún no había nacido. Ella es inocente. De lo que entiende, solo la tengo a ella y a su madre. Ella no es capaz de aceptar a otras personas, así que oculté el hecho de que existías. Lo que significa que… Brooke no sabe que también eres mi hija. Si se entera, estaría triste. Eres diferente a ella porque ya sabías que ella existía cuando nació. Sin embargo, Brooke vino después, así que ella no sabe que existes. Brooke… es también muy inocente. ¿Puedes entenderlo?".

Eira asintió. "Yo puedo, Papá".

"Mm-hmm. Esa es mi buena chica".

"Papá", llamó Eira.

"Sí, ¿qué pasa? ¿Tienes alguna otra petición? Puedes decirme. Haré lo posible para que eso suceda para ti". Demont también se sintió culpable hacia esta hija suya.

Eira mordió sus labios. "Papá, ¿me reconoces como tu hija?".

Delmont de inmediato puso a Eira en sus brazos. "¡Niña tonta! Si no te reconociera como mi hija, ¿entonces cómo podría darte mil dólares todos los meses? ¿Cómo podría llevarte a comprar ropa? El hecho de que seas mi hija no puede ser cambiado. ¿Acaso eres tonta?".

Eira sonrió al instante. Sintió una sensación cálida. Su padre nunca había sido tan amable con ella. Su padre le compró ropa, le compró nuevos zapatos, e incluso la puso en sus brazos.

"Papá, ¿puedes… darme otros mil dólares?", preguntó Eira de nuevo.

"¡Por supuesto, no hay problema!". Debido a que Delmont se sentía culpable hacia Eira, inmediatamente sacó mil dólares, lo enrolló en un rollo pequeño y lo puso en el bolsillo de Eira.

Antes, Delmont controlaba estrictamente los gastos de manutención que le daba a Eira. La razón fue que Eira estaba viviendo con su madre y Malvolio. Delmont tenía la obligación de mantener a su hija, pero no a su ex esposa ni al hijo de ella que tuvo con alguien más. No importaba cuánto dinero tuviera, no dejaría que extraños lo gastaran. Sin embargo, fue diferente ese día. Delmont tenía miedo de que la mente de Eira también estuviera herida, así que la consoló deliberadamente.

"Perdona a tu hermana, ¿está bien?", preguntó Delmont.

"¡Brooke, has ido demasiado lejos!", la regañó Joy de repente.

"¡Mamá, eres mala!". Brooke entonces se echó a llorar cuando se sintió agraviada.

Joy de inmediato se puso de cuclillas y calmó a Brooke pacientemente. "Bebé, no llores. Bebé, no llores. Déjame decirte que a diferencia de ti, ella no tiene una casa extravagante y su propia habitación. Tú incluso tienes una bañera en tu pequeña habitación. Ella es muy pobre. Por lo tanto, no se puede bañar todos los días. Es por eso que tiene piojos. Tienes que disculparte".

Había una sensación infinita de superioridad en esas palabras. Eira, quien hace un momento se había sentido cálida y cariñosa, de repente se volvió incomparablemente inferior.

En ese momento, Delmont también se acercó al frente de Brooke para calmarla. "Está bien. Ya no la llevaré".

Eira se quedó sin palabras.