Castigado por su amor romance Capítulo 1904

"¿Estás ciega? ¿Cómo puedes entrar cuando tus pies están tan sucios? ¿No sabes que tienes que ir allá y limpiarte el polvo de las plantas de los pies primero?". Los gritos agudos y enojados de Brooke constantemente alejaron a Eira de sus pensamientos.

Eira se apresuró a quitar su pie. Después de eso, obedientemente caminó sobre el tapete al costado y limpió todo el polvo de la planta de sus pies. Solo entonces se atrevió a seguir a Delmont dentro de la casa.

Después de que entró, Joy miró a Eira, quien estaba de pie a un lado luciendo un poco perdida, y entonces ella dijo fríamente: "Ya que estás aquí para servir a Brooke, entonces solo sigue a Brooke y sírvela. Brooke tiene que practicar el piano después de la escuela, así que solo te paras y la sirves a un lado. Si Brooke está sedienta, entonces le sirves un vaso de agua. Si tiene hambre, entonces tráele algunos bocadillos. Si está cansada o somnolienta, puedes ayudarla a masajearla ligeramente. ¿Lo entiendes?".

"Lo entiendo", respondió Eira. Después de eso, siguió a Brooke hacia la sala de piano en el segundo piso.

Una vez que Eira caminó en la sala de piano, quedó atónita por la escena frente a sus ojos. La sala de piano en el segundo piso era extraordinariamente lujosa. El piano de cola en medio de la sala era especialmente majestuosa. En realidad parecía ser aún más majestuoso y más atractivo que el piano del restaurante. Eira siguió a Brooke al lado del piano, y ella no pudo evitar estirar suavemente su mano para tocar el piano. Sin embargo, mientras estiraba su mano, Brooke le pegó agresivamente una vez en la mano con una regla. Eira sintió dolor e inmediatamente tiró de su mano hacia atrás. La regla había golpeado los nudillos de Eira y ella lagrimeó de dolor. Sin embargo, solo podía morderse los labios con fuerza para dejar de llorar.

Con sus manos en su cintura, Brooke miró a Eira. "Pequeña mendiga, ¿sabes lo caro que es este piano? ¿Cómo te atreves a tocarlo con tus manos sucias? Hoy estoy de buen humor así que te deje entrar por la bondad de mi corazón. En verdad, una persona tan humilde como tú no es digna de entrar a mi casa. ¡Si te atreves a tocar el piano de nuevo, les diré a mis padres que estropeaste el piano y te haré pagar por ello!".