Castigado por su amor romance Capítulo 1966

Kingston estaba tan asustado que los músculos de su pantorrilla se acalambraban. Ambas piernas le temblaban mientras tartamudeaba: “A-amo Sebastian, mire… afuera, mire quién está aquí”.

Sebastian levantó su mirada para ver a Alex de pie junto a la puerta con una expresión sombría. La expresión de Alex parecía un cuchillo listo para ser lanzado. Miraba a Sebastian con una mirada fría y seria, pero su tono era tan casual como el de Sebastian. “Sebastian, ¿quieres tirar a Ryan al río para alimentar a los peces?”.

Sebastian no tenía palabras.

“¡Te hice una pregunta!”, gritó Alex en ira de repente.

“¡Alex! ¿No lo escuchaste ya?”.

“¡Ryan es mi sobrino! ¡Él es el único heredero de mi familia!”.

“Alex, ¿qué quieres decir?”, preguntó Sebastian.

Alex se burló: “¡Sebastian Ford! Solo han pasado unos días desde que Sabrina no está a tu lado, y sin embargo, ¡te has convertido de esta manera! ¿Aún puedes aguantarlo? Si no puedes, ¡solo muérete pronto! Si mueres, ¡tu familia Ford aún tendría a Aino como heredera! Sin tí, Sebastian Ford, ¡Ciudad del Sur y este mundo todavía podrán continuar como de costumbre! ¡No te trates a ti mismo como si fueras la persona más noble y poderosa!”.

Había dos bolas de fuego furiosas que irradiaban de los ojos de Sebastian. “¡Alex Poole! ¿También estás aquí buscando la muerte hoy como tu sobrino y su esposa?”.

“¡Todavía no se sabe quién moriría entre tú y yo!”, dijo Alex. No le dio oportunidad a Sebastian para pensar, y de repente se lanzó agresivamente y directamente a él. Sin embargo, Sebastian tampoco era alguien con quien fuera fácil de meterse. Inmediatamente se inclinó hacía atrás y rápidamente esquivó la estocada agresiva de Alex, y luego se agachó y abrazó una de las piernas de Alex. Alex entonces fue instantáneamente tirado al piso por Sebastian.

“¡Tu papá merece morir! ¡Hace mucho tiempo que he querido darle una lección! No importa si algo tan cruel no tuviera corazón, ¡pero incluso quiso ponerle un dedo al sobrino de su hermano de sangre! ¡Mandaré a tu padre al infierno hoy!”, le dijo Alex a Aino mientras peleaba con Sebastian.

Aino lloró inconsolablemente. “Tío Poole, te estoy rogando, amaré al niño de la Tía Jane, a quien trataré como mi hermano menor, con todo mi corazón. Lo dejaré tener todas las cosas deliciosas en el futuro. No golpees a mi papá…”.

“¡No te preocupes, Aino! Después que mate a tu papá, este hombre cruel, ¡te criaré!”. Las palabras de Alex fueron dichas con gran facilidad.

“No quiero al Tío Poole. Quiero a mi papá. No golpees a mi papá…”. Aino lloró incomparablemente miserable.

Sin embargo, en ese momento, el llanto de una niña no servía de nada. Cuanto más peleaban los dos hombres, más agresivos se volvían.