Castigado por su amor romance Capítulo 1973

La única amiga en su vida. Fue Sabrina la que trató las heridas en el pie de Isadora. Aunque no estaban curadas, Isadora claramente estaba sintiéndose mejor. Fue Sabrina quien escuchó el inmenso dolor del pasado de Isadora y la consoló después de eso. Además, como Isadora, Sabrina había tenido una miserable infancia y juventud también. Isadora sentía que ella y Sabrina eran así como amigas a largo plazo.

“Sabrina, ¿estás bien?”, gritó Isadora con inquietud mientras sujetaba a Sabrina.

“Rápido, ayúdame a sentarme. Estoy mareada y mis pies están débiles”, dijo Sabrina sin aliento.

Isadora ayudó a Sabrina entrar a la habitación y la sentó en el sillón. Malvolio también las siguió adentro. Se sentó al frente de Sabrina y dijo suavemente: “Sabrina, no tengas miedo. Aún si Sebastian muere, me tendrás a mí”.

“¡Diablo!”. Sabrina miró con los ojos muy abiertos a Malvolio, y luego apretó los dientes y dijo: “¿Qué hay de mi hija? ¡Mi hija sigue en Ciudad del Sur! Si mi esposo muere, ¿qué le pasará a mi hija? Si algo malo le pasa a mi hija, ¡te mataré algún día en los años restantes de mi vida! ¡Te mataré!”.

Malvolio quedó estupefacto. Al principio le quería decir a Sabrina: “Tienes que mirar al lado positivo. Aunque hayas perdido una hija, aún tienes un hijo en tu vientre. Si estás conmigo en el futuro, aún darías a luz a otro niño”. Sin embargo, vió que Sabrina se veía totalmente destrozada, así que se quedó callado. Le dió unas palmaditas en el hombro de Sabrina como una manera de consolarla. Después de eso, se levantó y salió de la habitación, llamando a Isadora: “Isadora, sal por un momento”.

Isadora lo siguió afuera. “¿Malvolio?”.

“Moviliza a todos nuestros hombres en esta isla para que zarpen hacia Ciudad del Sur inmediatamente. Tenemos que movernos y acabar con esto rápidamente. Después de llegar a Ciudad del Sur, primero tenemos que asesinar a la entera familia Ford, y luego tomaremos el control del Grupo Ford. En el futuro será nombrado el Grupo Yeatman. En el futuro, yo seré el director del grupo, tú la subdirectora, y nunca más tendremos que sufrir de pobreza de nuevo”.

Isadora vaciló. “Entonces, la hija de Sabrina…”.

Por un momento Malvolio no pensó de quién estaba hablando Isadora. “¿Esa persona? Ni una sola persona debe ser dejado atrás en la isla. ¡Todos deben ser movilizados!”.

“Hold-Holden… Payne, ¿qué deberíamos hacer con él?”, tartamudeó Isadora.

Malvolio estaba aturdido por un momento.

Holden no había estado aullando y maldiciendo en los últimos días como había estado en los primeros dos días, tanto así que Malvolio casi se había olvidado de él. En ese momento, su hermana le recordó sobre él. “¡Mátalo!”.