Castigado por su amor romance Capítulo 1999

Ya era lo suficientemente bueno que él le perdonara la vida en ese momento. No importaba cuál era la razón en su corazón para que él la perdonara. ¿Quizás fue porque había experimentado su dulzura y elegancia o tal vez su pureza y amabilidad, o su temperamento noble innato, así como su belleza? Primero ella tenía que esconderse lejos de él. Primero tenía que dejar que él desahogara su ira antes de poder pensar en el siguiente paso.

Al igual que una criminal que había escapado de la muerte, Maysun prácticamente salió corriendo frenéticamente de la Residencia Ford. Tan pronto como salió de la Residencia Ford, vio un coche afuera.

El conductor estaba de pie en la entrada. "Señorita Kemp, por favor entre en el coche".

"¿Tú eres…?", preguntó Maysun.

"El Señor Yates dispuso este coche para usted. Nos pidió que la lleváramos al aeropuerto", dijo el conductor.

¿El Señor Yates? Maysun inmediatamente pensó en Kingston Yates. Kingston era el guardaespaldas personal de Sebastian. Si Kingston le pidió al conductor que la llevara al aeropuerto, eso significaba que Sebastian había autorizado las órdenes de Kingston. Tan pronto pensó en Sebastian organizando personalmente que alguien la llevara al aeropuerto, una especie de deseo impuro surgió en el corazón de Maysun.

Lo que ella no sabía era que justo cuando ella salió corriendo de la Residencia Ford, Sebastian recibió otra llamada del Viejo Amo Kemp en Ciudad Kidon. El tono del Viejo Amo Kemp todavía era humilde. "Amo Sebastian, verás… ya soy viejo y débil ahora. También es un inconveniente para mí recoger a mi hija y traerla de vuelta. ¿Crees que esto está bien?".

"¿Qué?", preguntó Sebastian calmado.

"La familia Kemp todavía tiene algunos tesoros que son nuestra reliquia familiar. Te daré una figura de león dorado y solo te pido que envíes un coche designado para llevar a mi hija al aeropuerto. ¿Eso le parece bien, Amo Sebastian?".

Sean se sentía tan culpable que ni siquiera se atrevió a levantar su cabeza. "Sebastian, yo… yo no soy humano".

"Llevaré el funeral de mi abuelo lo antes posible. De ahora en adelante, puedes quedarte solo en esta Residencia Ford y cuidar bien de mi abuela. En cuanto a Rose Quinton, ni se te ocurra dejarla volver a esta Residencia Ford en esta vida". Las palabras de Sebastian eran muy frías y muy decididas.

Sean solo siguió asintiendo su cabeza como loco. Cuando levantó su cabeza de nuevo, se dió cuenta que Sebastian ya se había ido. Mientras Sebastian salía, Sean todavía podía ver su figura desde lejos. Sean inmediatamente lo persiguió. "¡Sebastian! ¡Sebastian! Tú… ya te has ocupado de Rose, y no te culpo por eso. Tú… solo dime, ¿qué harás ahora?".

"¡Visitaré la tumba de mi madre y también la de mi hermano!", dijo Sebastian fríamente.