Castigado por su amor romance Capítulo 2004

La lápida sepulcral en frente de los ojos de Sean estaba fría como el hielo y no tenía reacción en lo absoluto. Esa gentil y sonriente dama engravada en la lápida sepulcral todavía parecía tan gentil y sonriente… Sin embargo, no había ni un poquito de calidez en su sonrisa en absoluto. Al ver a esa cara sonriente, Sean recordó cuando él y ella eran jóvenes, cuando ella dependía tanto de él, y cuando ella estaba enamorada de él. Ella lo trató como si su esposo fuera el amor de su vida. Sin embargo, ella no sabía que él fue el hombre quien había lastimado a su entera familia.

Él no solo lastimó a su familia, sino que incluso causó que ella se quedara soltera toda su vida con el nombre de rompehogares y dejarla ser agraviada de por vida. Incluso hasta el momento que murió, ella no tuvo ni un reconocimiento apropiado por su posición. Cuando pensó en eso, ¿qué tan cruel fue eso para una mujer?

“Grace, qué tan bueno sería si estuvieras viva ahora mismo. ¿Por qué no pudiste vivir otros diez años? Tu hijo está a cargo del entero Grupo Ford. Tienes otros dos nietos, una niña y un niño, y tienes una nuera. Todo es tuyo. Si lo que tuvimos entre tú y yo fue una guerra, entonces tú has ganado al final. Yo también me he convertido en un hombre solitario ahora. Grace, ¿has visto los castigos que Dios me ha dado? ¿Ves lo justo que es este mundo? Tarde o temprano, uno tiene que pagar el precio por lo que ha hecho. Además, he pagado mil veces el precio, ¿o no? Entre ambos de tus hijos, uno de ellos me odia hasta los huesos mientras que el otro ha sido puesto a descansar en tus brazos. ¿Qué tan feliz es eso para ti? Grace, ¿qué tan feliz es eso para ti?”. Sean lloró y colapsó en frente de la lápida sepulcral de Grace. “¿Qué tan feliz estás? ¿Qué tan feliz estás?”.

Cuando Kingston vió esa escena de lejos, un sentimiento de miseria también apareció en su corazón, ¿pero qué podía decir? Las personas decían a menudo que uno cosecha lo que uno había sembrado. Ese dicho no podría haber sido más adecuado para Sean.

El teléfono de Kingston sonó y era Sebastian quien llamaba. Kingston inmediatamente contestó la llamada. “Hola, Amo Sebastian. Sí, Amo Sebastian. Estoy viendo al Amo Ford. No regresó a la Residencia Ford. Amo Ford está ahora en frente de la tumba de su madre y ha estado llorando”.

Sebastian estaba en silencio. Kingston dijo: “Amo Sebastian…”.