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Después de todo, ellos habían sido una pareja casada de por vida, así que Sean todavía se apiadó de ella. Era imposible para Sean suplicarle a su hijo que perdonara la vida de su legítima esposa. No tenía la dignidad para hacerlo. Todos los innumerables crímenes que Rose le había hecho a Sebastian fueron suficientes para que Sebastian la rompiera en un millón de pedazos. Sin embargo, Sean y Rose todavía estaban casados de por vida. Por lo tanto, lo único que Sean podía hacer para ayudar a Rose era dejarla libre.
En ese momento, Rose estaba mejor muerta que viva. Tenía que enfrentarse a paredes y sábanas blancas todos los días. Ella ya se hubiera vuelto loca si no lo hubiera estado ya. Sin embargo, daba la casualidad de que Rose no se había vuelto loca. Eso hizo que fuera aún más difícil para ella pasar sus días.
"Sean, sé todos los errores que he cometido. Yo fui demasiado competitiva y demasiado ambiciosa. Fui yo quien se aprovechó de Grace para estabilizar nuestro negocio. Más tarde, fui yo quien la atrajo y luego le tendió una trampa, por lo que terminó en prisión. Eso fue porque descubrí que tenías sentimientos por ella. Descubrí que la amabas. Estaba asustada. Por lo tanto, conseguí que ella viniera a este país y luego la incrimine y la encarcele. Ahora que pienso en eso, ¿a quién había ofendido Grace? Hemos destruido su casa. Destruimos su amor, y la reducimos a ser una rompehogares. La dejamos quedar embarazada, pero ni siquiera tenía un lugar para dar a luz. Cuando ella dio a luz, ni siquiera llegó a ser parte de la familia Ford. ¿Cómo pudimos ser tan cruel con ella? No lo pensamos en ese momento. Yo tampoco lo consideré. Incluso pensé que las personas que hacían grandes cosas no deberían molestarse con cosas triviales. Sin embargo, pasamos por alto el hecho de, ¿quiénes éramos nosotros para privarla de todo?".
Ella continuó: "Sean, tienes razón. Tanto tú como yo somos pecadores de cabo a rabo. Fue Sebastian quien había ganado, después de todo. Este chico verdaderamente le dio gloria a su madre. Él, todo solo, se vengó de todos los agravios que había sufrido su madre y él arrebató todo lo que había perdido. No solo eso, sino que también mató a sus enemigos. Hizo que todos sus enemigos recibieran los castigos que merecían. Sebastian es realmente increíble. Dejando de lado el hecho de que es tu hijo, incluso si no lo fuera, también creería que es increíble. ¿Qué tan bueno sería tener un hijo biológico como Sebastian? Soy una pecadora. No soy digna de ser la madrastra de Sebastian. Por lo tanto, no es demasiado que él me diera un castigo tan tortuoso. Sean, tengo que agradecerte. Gracias por enviarme esta cuchilla para que finalmente pueda dejar de enfrentarme a estas paredes de azulejos y sábanas blancas. Finalmente puedo ser libre ahora. Sean, ¿comprarás un sudario para envolver mi cuerpo y enterrarme en el suelo? Sean…".
Mientras las lágrimas corrían por el rostro de Rose, tomó esa cuchilla y la pasó por su aorta sin dudarlo. Un charco de rojo turbio manchó instantáneamente la sala blanca que no era demasiado grande. Todo estaba silencioso y tranquilo esa noche.
El cielo estaba sombrío al día siguiente. Sean se levantó a las seis de la mañana, y salió de la casa con expresión deprimida y lúgubre para comprar el desayuno para su hijo, su nuera y sus nietos.
Ese restaurante fue uno que Sean descubrió por sí mismo. Un día al levantarse para dar un paseo matutino, vio salir de un callejón a varios ancianos y ancianas que disfrutaban de su ocio matinal llevando envases de comida. Como no tenía nada que hacer de todos modos, entonces caminó hacia el callejón.
Fue después de haber entrado en el callejón que se dio cuenta de que la gente salía de los extremos profundos del callejón. Algunos de ellos llevaban recipientes de comida mientras que otros llevaban ollas pequeñas. ¿Qué estaba pasando?
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