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Patricia sonrió, mirando a Ruth. "¿No es ese el caso?".
Ruth se quedó sin palabras. Patricia se levantó y luego miró indiferentemente a Ruth. "¿Alguna vez has pensado en ello? ¿Qué señorita de familia eminente, no hablemos de señoritas de familia eminente, aunque sea una chica presentable de familia decente, cuál de ellas sería tan inferior como tú? ¡Eres tan inferior que eres como un perro obediente! ¿Acaso te pareces un poco a una dama de una familia eminente?".
"Tú…". ¡Ruth simplemente quería abofetear a la desvergonzada futura suegra de ella hasta la muerte!
¡Todas las tonterías de ser una señorita y tener paciencia! Ella ya no quería nada de eso. ¡Simplemente quería pisar a su m*ldita vieja bruja en ese momento! Estaba tan resentida que apretó fuertemente ambos de sus puños.
Justo cuando estaba a punto de levantar su mano y golpear a Patricia en su cara, ella de repente escuchó a Ryan gritar con enojo: "¡Mamá! ¡Has ido demasiado lejos! ¿Sabes que Ruth no suele nunca lavarme los pies? ¡Yo soy el que le lava los pies a ella! ¡Eres realmente otra cosa! Tienes a una buena nuera sirviéndote aquí, y, sin embargo, ¡piensas que es inferior! ¡Ya me doy cuenta hoy que mi madre es una alborotadora!”.
Ruth se quedó sin palabras. Originalmente estaba llena de ira, pero cuando vio a su prometido discutiendo con su propia madre, la mitad de su ira se había desvanecido. Ella reprimió su ira y trató de calmar a Ryan: "Ryan, no discutas con tu madre. Tal vez ella no me conoce muy bien. Después de que me haya conocido, ya no volverá a pensar de mí así. Señora Poole, date prisa a descansar. Tus pies acaban de ser lavados, por lo tanto, tus poros siguen abiertos. Si lo deja secar al aire libre así afuera, te resfriarás fácilmente. Date prisa a descansar".
Patricia le puso los ojos en blanco a Ruth. "¡Mi hijo nunca me había contestado! Sin embargo, ¡por ti, se atrevió a discutir conmigo!".
Después de decir eso, ella se fue enojada. Su ira aún no se había disipado, así que sacó su teléfono y llamó al padre de Ryan.
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