Castigado por su amor romance Capítulo 2062

“Guau, ¿de verdad?”. Sabrina estaba extraordinariamente feliz cuando escuchó eso.

Ella y Sebastian ya eran como un viejo matrimonio. Además, su hombre no era el tipo de persona romántica. Por lo tanto, ella y su esposo rara vez celebraban el Día de San Valentín. Cuando escuchó que Ruth se casaría en el día de San Valentín, Sabrina se sintió incomparablemente feliz.

“Tengo mucha envidia de ti, Ruth”, dijo Sabrina desde el fondo de su corazón. Después de una pausa, el tono de Sabrina se volvió un poco sombrío. “Ya soy madre de dos hijos ahora, pero ni siquiera tuve una boda adecuada”.

“Sabrina…”. Ruth de inmediato sintió pena. “Sabrina, yo… yo no tendré la boda, ¿está bien? ¿Te mantendré acompañada?”.

Ruth era una verdadera admiradora de Sabrina. Ella confiaba y le era leal a Sabrina hasta el punto de que incluso si Sabrina le pidiera que muriera, no dudaría ni un segundo. Entonces, ¿qué era una boda para ella?

“¡Chica tonta!”. Sabrina la regañó al instante. “¿Eres tonta? ¿Sabes lo sagrada e importante que es una boda para una mujer? ¿Cómo puedes no tener una boda solo por algo que dije? ¿Estás viviendo por mí? ¡No lo estás! Ruth, ¡tienes que recordar esto! ¡Solo vivirás por ti misma y solo eres responsable de tu esposo y tus hijos! ¡No le debes nada a los demás! ¿Entiendes?”.

“Pero Sabrina…”. Ruth rompió a llorar. “Tú eres quien me dejó vivir. Eres la que me dio vida. Solo tú y Yvonne son las mejores conmigo en el mundo entero…”.

Sabrina sonrió. “Te salvé, pero eso es porque quiero que vivas bien tu vida y vivas por ti misma. ¡No llores más! ¡No es bueno para el bebé cuando una mujer embarazada llora!”.

Ruth asintió. “Mmm. Haré como digas”.

“No podremos pasar juntas el final de este año. Después que termine el año y todo esté establecido por mi lado, traeré a mis hijos y mi esposo al norte la Ciudad Kidon para asistir a tu boda. Coincide que Aino estará de vacaciones también, así que nuestra familia entera podrá ir”, dijo y sonrió Sabrina.

“¡De acuerdo! ¡Eso es imprescindible! Si tú y Yvonne no están en mi boda, ¡ciertamente lloraré hasta morir!”.

Se sentó en el balcón sin mover un músculo hasta que la noche había caído. Coincidía que la Tía Lewis y la Tía Tianna habían acompañado a Sebastian, Kingston y unas personas más para llevar a Aino y Louie a jugar ese día, así que aparte de Sabrina, nadie más estaba en casa. Sebastian llamó a Sabrina, pero ella estaba tan absorta en sus propios pensamientos que no lo escuchó.

Sebastian y todos los demás cenaron antes de regresar a casa y trajeron comida para llevar para Sabrina. Cuando regresaron a casa, la casa estaba en total oscuridad, ni una sola luz estaba encendida. Tan pronto Sebastian entró a la casa, notó que algo no estaba bien. Sabrina, por otro lado, forzó una sonrisa y simplemente se obligó a mantener esa sonrisa frente a los dos niños. Los niños no notaron nada, pero era incomparablemente obvio para Sebastian.

Cuando era tiempo de descansar en la noche, el hombre deliberadamente trajo un balde de agua para lavar sus pies y gentilmente puso su pie en él. Solo entonces, el hombre le preguntó: “Dime, ¿qué te pasa hoy? ¿Qué pasó?”.

Sabrina le sonrió levemente a Sebastian. “Nada”.

“Tú y yo somos como viejos casados. ¿Cómo puede ser que hayas aprendido a ocultarme cosas? Tienes que decirme todo y lo resolveré por ti”.