Castigado por su amor romance Capítulo 2091

“Holden… te extraño tanto. Te extraño mucho. No me dejes. Nunca me dejes de nuevo, ¿de acuerdo? He estado tan miserable estando sola, Holden…”.

En ese momento, Isadora, quien ya estaba en sus treinta años, estaba llorando como una niña pequeña. De hecho, ella nunca había tenido ninguna relación romántica. La única persona de quien se había enamorado era Holden. Por lo tanto, ella había guardado todo lo bueno de esos cuantos días que tuvo con Holden. Ese fue un hombre quien murió miserablemente, quien solo quería un hogar con una sensación de calidez, un jardín, una granja y seres queridos en su vida. Isadora lo entendía. Lo entendía muy bien.

“Holden, ahora tengo un hogar. Es una casa que el Señor y la Señora Poole me han comprado en Ciudad Kidon. Tengo un hogar y te puedo dar un hogar. Nunca más tendrás que estar solo en el futuro. Si no quieres ir a Ciudad Kidon, puedes estar en Ciudad del Sur también. Mira, tú tienes dos sobrinas en Ciudad del Sur. Ellas te extrañan mucho. Aunque somos muy pobres y no tenemos dinero, puedo trabajar cualquier trabajo. Puedo trabajar cinco trabajos al día. Es suficiente para mí dormir cuatro horas al día. Podemos pedir un préstamo para comprar una casa. Ciertamente podemos hacer eso”.

“Cuando el tiempo llegue, podemos plantar muchas flores que te gusten en el balcón. Yo… yo quiero tener muchos hijos que sean tan tiernos como Aino contigo. ¿Está bien eso, Holden?”, dijo ella ansiosamente.

Su rostro estaba radiante con una sonrisa incomparablemente feliz, y esa sonrisa era como el tipo de una flor completamente florecida. La cara de la chica estaba llena de esperanza. En ese momento, una infinidad de ternura surgió de repente en el corazón de Vireo Payne.

Esa era la primera operación que había realizado después de recuperar sus sentidos. Podía trabajar en el Hospital de Ciudad del Sur y también realizar operaciones porque su mentor había trabajado increíblemente duro para ayudarlo. Fue con gran dificultad que logró volver al trabajo una vez más y sostener un bisturí una vez más. Además, la cirugía fue muy exitosa. Qué día tan importante y especial para él.

Sin embargo, sin importar lo especial que fuera, no era tan especial como las tres mujeres de pie frente a él. Para ser preciso, la más joven aún no era considerada una mujer. Solo era una adolscente. La que estaba en el medio tampoco podía ser considerada una mujer, solo era una niña. Sin embargo, la mayor entre ellas, quien se había tirado a sus brazos, realmente era una mujer de verdad.

“Holden…”, dijo Isadora en los brazos del hombre sin que le importara más nada. No lo dejaba ir. Nunca lo dejaría más porque tenía miedo que ella se convirtiera en aire y se desvaneciera una vez que ella lo soltara de sus manos.

“Holden, no me dejes de nuevo, ¿de acuerdo?”. Isadora alzó sus ojos llorosos y miró a Vireo.

“De acuerdo”, dijo Vireo gentilmente.