Castigado por su amor romance Capítulo 2105

Esa herida ha sido sanada por él mismo en la oscuridad de la noche cuando crecía sin la ayuda de nadie. Él necesitaba cariño de la familia. Tenía miedo de ser abandonado. Ya había tomado la decisión más absoluta. No quería las propiedades familiares, no quería nada. Mientras sus padres estuvieran dispuestos a cuidarlo y reconocer que era parte de la familia, él estaba dispuesto a ceder.

Él era un hombre firme e inflexible. Tenía buenas notas y buen carácter y un gran talento en las artes. Era gentil, tranquilo, amable, y confiable en la superficie, pero nadie sabía cuán frágil era su corazón.

¿Qué tan desesperado estaba por el afecto de su familia? Si sus abuelos, padre, y sus tres hermanas pudieran darle un poco de calorcito, solo un poquito bastaría, y verdadero cariño, Vireo le daría su corazón a la familia Payne. Lo habría hecho incluso si hubiera muerto. Sin embargo, cuando Vireo necesitaba más cariño y cuidado, no recibió ni un poco de sus padres, y, sin embargo, todavía no podía soportar dejarlos.

Pensó para sí mismo que debería seguir así. Debía mentirse a sí mismo y fingir que tenía una familia en este mundo, que tenía a sus padres, abuelos, y también hermanas. Era una mentira, pero era suficiente mientras pudiera sobrevivir todos los días.

"Entonces, mamá y papá, ¿qué dicen?", preguntó Vireo a su padre con una expresión fría. "Resulta que no me alquilarán los locales, pero me dejarán alquilar los locales de los vecinos al otro lado de la calle, ¿verdad?".

Solo entonces Lucius dijo: "Vireo, no entiendes lo que quisimos decir. Somos tus padres, así qué ¿cómo podemos tomar tu dinero? No queremos tomar tu dinero. ¿Entiendes eso? Pero lo que tu hermana quiere es equidad. Por lo tanto, los locales los puedes usar, pero el dinero debe cobrarse en su totalidad. Eso es lo que queríamos decir. Tienes que entendernos. Nos sentimos molestos tomando tu dinero como si nuestros corazones estuvieran siendo excavados con cuchillos. Sin embargo, tenemos que ser justos con tus hermanas. ¿No estás de acuerdo?".

"Mamá y papá, ¿quién no está de acuerdo?”, sonrió Vireo tranquilamente. "Entonces… ¿es esto un trato? Primero les daré diez mil dólares, y cuando tenga dinero a mano, se los daré como renta. No tienen que darme un descuento en la renta. Solo usen la tasa de mercado. ¿Eso funciona?".

"¡Sí! ¡Sí! Esta vez, ¡yo tendré la última palabra!". Su madre se lo arrebató al instante.