Castigado por su amor romance Capítulo 2168

El rostro de Sean se volvió rojo. "Elsa, realmente te busqué".

"Señor". La voz de Elsa volvió a su estado de calma. "Realmente ya no hay nada entre tú y yo. Por favor, no vengas a perturbar mi vida otra vez. Este es mi último lugar donde puedo mantener mi paz. Si perdiera este lugar pacífico también, entonces ya no tendría ningún medio para vivir en este mundo. Por supuesto, he pecado mucho, así que no debería haber estado viva en primer lugar. Bien, Señor, como quieras".

Al decir eso, Elsa sonrió y suspiró levemente, luego se dio la vuelta y se fue. Ni siquiera le echó otro vistazo a su propio hijo. Sin decir otra palabra, ella iba a entrar al convento.

"¡Mamá!", llamó Vireo detrás de ella.

Elsa no miró atrás. "No soy tu madre. Simplemente te di a luz. Nunca te crié después de haberte dado a luz. Soy una pecadora. En cuanto a tu madre, ella debe ser la madre adoptiva que te ha criado. Yo, por otro lado, no lo fui. Señor, por favor no me llames tu madre de nuevo".

"¡No! ¡Mamá!". Todas las palabras interrogativas que Vireo había pensado se esfumaron.

"¡No!". Elsa de repente se dio la vuelta. Miró a Vireo con su rostro cubierto de lágrimas. "No te vendí por dinero. ¿Cómo podría soportar hacer eso? Tú eras mi único hijo. Solo tuve dos parientes en mi vida. Uno de ellos fue mi abuela, y el otro eras tú. No me quedaba nada. Solo los tenía a ustedes dos. ¿Cómo podría vender a mi hijo biológico, por quien había intercambiado mi vida?".

Vireo de repente estaba sorprendido. Al mismo tiempo, se sintió muy conmovido. Resultaba que su madre nunca lo había vendido. Entonces, ¿cuál era la razón? ¿Fue secuestrado?

Después de que se secó todas las lágrimas sobre toda su cara, Elsa continuó: "En ese tiempo, solo había pasado un día desde que te había dado a luz. Mi abuela, quien había estado cuidando de mí, de repente tuvo una hemorragia cerebral por la vejez y porque estaba preocupada por mí. En ese tiempo, estaba en la sala de maternidad y no podía ponerme de pie. Estaba en un arroyo sin remo mientras te sostenía a ti, quien acababas de nacer un día antes. Fue la mujer en la cama de al lado la que me dijo que podía ayudarme a cuidar al bebé por mí. Estaba pensando que como ella también era una mujer que acababa de dar a luz, le podía dar el bebé para que lo cuidara por mí. Y luego fui a cuidar de mi abuela enferma. Un día después, mi abuela murió en el hospital, y mi bebé… Cuando regresé a la sala de maternidad, la mujer ya se había ido. No había nadie allí y mi bebé también se había ido. Busqué arriba y abajo como si me hubiera vuelto loca. Busqué por todo el hospital. Sin embargo, mi hijo ya no pudo ser encontrado. Le había preguntado a la gente del hospital, y ellos dijeron que fue esa mujer la que se llevó a mi hijo. Más tarde, conseguí la dirección de la casa de la mujer a través del hospital y noté que ella era de afuera de la ciudad. Había una dirección detallada en su documento de identificación, pero estaba en un área montañosa remota. Si quería ir a esa zona montañosa remota, me tomaría al menos dos días y dos noches en tren".