Castigado por su amor romance Capítulo 2175

Sean todavía estaba arrodillado en el suelo llorando extremadamente miserable.

Sebastian y Vireo se miraron el uno al otro. "Sebastian, te he reconocido como mi hermano, pero no quiero reconocerlo a él como mi padre".

"Entiendo". Sebastian no forzó a Vireo.

Vireo no era el único que odiaba a su padre. Sebastian también odiaba a su padre. Era solo que en comparación con Vireo, Sebastian la había tenido un poco mejor. Por lo menos, sabía que tenía un padre desde la infancia, y su padre nunca había dejado de brindarle apoyo financiero. En ese momento, su padre ya tenía más de setenta años. El anciano ya estaba en sus últimos años. Además, en el estado en que se encontraba, ya se consideraba que había recibido algunos castigos. En cualquier caso, ya era muy mayor y era su padre biológico por lo que Sebastian ya no deseaba pelear con Sean. "Vireo, anda y lleva a tu madre montaña abajo. Nos encontraremos de nuevo después de que haya dejado que papá se calme".

Vireo asintió. "Lo siento, Sebastian".

"Apresúrate y ve".

Vireo e Isadora luego ayudaron a Elsa a bajar la montaña. Por otro lado, Sebastian y Sabrina también bajaron a Sean de la montaña. Mientras iban de camino, Sean seguía diciendo: "Sebastian, Elsa… ella…".

"¡Papá!", le dijo Sebastian a su padre con frialdad. "Hay muchas cosas que no se pueden deshacer una vez que las has hecho. Todo lo que puedes hacer ahora es no perturbar la vida de los demás".

"Pero, mi hijo…"

"Hablando estrictamente, él no es considerado tu hijo. Solo has abandonado una cédula de tu cuerpo, y esta célula incluso ha puesto en peligro a otras. Hizo que alguien quedara embarazada en una situación en la que no tenía otra opción. Eso fue todo. Esa fue una célula que habías abandonado y no querías. Nunca lo has cuidado, protegido, o criado por un día. No solo eso, sino que incluso hiciste que su madre estuviera sola toda su vida. Sin embargo, todavía quieres que él te trate como a su padre. ¿Crees que eso es posible?".

Sean suspiró miserablemente. "No, no es posible".

"Entonces, solo vuelve a la Residencia Ford y no los molestes de nuevo".

"Sabrina, nosotros… siempre tenemos que amarnos el uno al otro, y no ser como mi padre…".

"Bueno, ¡por supuesto", dijo Sabrina. "Date prisa y ve a tu compañía. No pongas a tu cliente demasiado ansioso dejándolo esperar".

"Bien", dijo Sebastian suavemente.

Después de separarse de Sabrina, condujo directamente a la compañía. Ya era la una de la tarde cuando llegó a la compañía. La sala de conferencias de su compañía ya estaba llena de gente, y todos estaban esperando que él, la persona con el poder más alto en el Grupo Ford, viniera a presidir la reunión. Sebastian primero fue a su oficina porque quería llevarse su cuaderno. Por lo tanto, justo cuando entró por la puerta, vio a una mujer sentada en el sofá de su oficina.

"Hola, Señor Ford", dijo la mujer educadamente con una sonrisa.