Castigado por su amor romance Capítulo 2227

"¿No tienen miedo?", preguntó Chloe de nuevo.

"Tengo miedo", dijo Sabrina.

Chloe se burló de Sabrina. "Oh, ¿entonces sí tienes miedo?".

"Por supuesto, ¿quién no tendría miedo? ¿No tienes miedo?", dijo Sabrina honestamente.

"¿De qué tengo que tener miedo?". Chloe sonrió. "¡No he cometido ningún crimen!".

Hubo una pausa antes de que ella le preguntara a Sabrina: "Reunir a un grupo para actividades ilegales, cometer fraude, llevar a alguien a una trampa, así como el secuestro de niños. ¿Sabes de qué tipo de delito los acusarán si fueran a ser castigados por todos los delitos que mencioné?".

Sabrina sacudió su cabeza. "No estoy tan segura".

Chloe se rio como loca. "¡Déjenme decirles entonces! ¡Todos ustedes podrían ser culpables de un delito capital! Delito capital, ¿entienden? Todos ustedes ignoraron la ley, pero en realidad vinieron a un lugar como Ciudad del Sur para engañar. Sin embargo, ustedes son realmente algo. De hecho, fueron capaces de encontrar a una persona como mi hermano".

"¿Puedo saber si todavía puedo escapar de esto si fuera a huir ahora?", preguntó Sabrina.

"¿Huir?". Chloe volvió a reír como una maníaca. "¿Creen que serán capaces de escapar? Hay tantos espectadores aquí. Además, ¿no oyes que las sirenas de la policía ya se acercan? Para ser honesta contigo, han estado rodeadas por la policía durante mucho tiempo. ¡Simplemente no lo sabían! Sin embargo, tengo una manera de permitirles reducir sus cargos ahora. ¿Quieren escucharlo?".

Sabrina parecía curiosa. "¿Por qué no nos dices?".

Uno de los policías miró a Sabrina y Ruth con expresión sería. "¿Ustedes chicas?".

"¿Crees que nos parecemos?", preguntó Sabrina.

"Como ya alguien las ha denunciado, ¡primero tendrán que venir con nosotros! Si determinamos que no son culpables, ¡serán liberadas!". Mientras decía eso, la policía iba a escoltar a Sabrina, Ruth, y Gloria al coche.

Ellas no se resistieron. El resultado sería el mismo dondequiera que manejaran el asunto de todos modos. Eso era particularmente así para Sabrina. Si tenía que ir a la estación de policía, el hombre llamado James Dunn, quien estaba cortejando a su madre, también tenía que ir con ellos. Eso incluso le ahorraría el problema.

Justo cuando Sabrina estaba a punto de subirse al coche, de repente se escuchó una vieja voz proveniente de algún lugar cercano. "¡A ver quién se atreve a llevarse a mi hija!".