Castigado por su amor romance Capítulo 2243

“Yo sí amo a Vireo”.

Elsa sacudió la cabeza. “Lo sé. Eres su madre adoptiva, así que realmente lo amas. Sin embargo, esa eres tú amando a tu hijo adoptivo. Eso no tiene nada que ver conmigo en absoluto. No investigaré más el asunto de que compraste a tu hijo. Ya no tenemos nada que ver la una con la otra a partir de ahora. El nombre de mi hijo es Holden Payne. Él es el hijo que tuve con el hombre que una vez amé. En cuanto a tu hijo adoptivo, ya sea que hayas abusado de él hasta la muerte o no, le corresponde a la policía resolver el caso. No tiene nada que ver conmigo. Estoy aquí hoy porque quiero ver a mi hijo. Acababa de terminar de realizar una operación. Realmente ha trabajado muy duro. Quiero llevarlo a casa. Ya preparé algo de comida y estoy esperando a que vuelva a casa para cenar”.

Después de eso, Elsa alzó su mirada y miró a Vireo con una expresión cariñosa. “Holden, volvamos a casa. Estás cansado y necesitas descansar. Ahora en adelante, eres Holden. Ya no vendrá ninguna supuesta madre adoptiva a acosarte. Ya nadie vendrá a acosarte”.

Vireo envolvió un brazo alrededor de su madre. “De acuerdo, mamá. Regresemos a casa”.

Después de eso, él se fue con su madre mientras su brazo todavía la rodeaba. Él condujo para venir acá, así que, por supuesto, llevaría a su madre en su coche para regresar a casa. Cuando la madre y el hijo pasaron junto a Sean, Sean los miró con una expresión halagadora. Elsa no miró a Sean. Vireo, sin embargo, miró a Sean y le hizo una profunda reverencia. “¡Gracias!”.

Todavía no quería referirse a él como papá, pero Sean no se molestó en absoluto. Tampoco culpaba a Vireo. “Rápido, hijo mío, abraza a tu madre y llévala a casa. No dejes que esté demasiado triste. Cuida de tu madre después de esto”.

“Está bien”, dijo Vireo. Después de eso, uno por uno, Vireo se despidió de Sabrina, Sebastian, Gloria y también de Ruth. Primero quería irse de este lugar porque no quería ver a la policía esposando a sus padres adoptivos. Tenía miedo de volverse blando con ellos. De hecho, realmente ya estaba sintiendo pena por ellos.

Los gritos de la familia Payne a todo pulmón se podían escuchar detrás de él. “Vireo, Vireo, no puedes no hacer nada y no salvarnos”.

“Vireo, sabemos que estamos equivocados…”.

“Vireo, soy tu hermana mayor”.