Castigado por su amor romance Capítulo 2356

Aino no confiaba fácilmente en nadie. “¿Cómo podría ser eso posible?”.

Keegan tenía un muy buen temperamento. “Déjame adivinar, eres Aino, ¿cierto?”.

“¿Y?”, preguntó Aino.

“¿El nombre de tu madre es Sabrina Scott?”. La expresión de Keegan era incomparablemente gentil y amable. Él también era padre de unos cuantos hijos. Su familia en el extranjero por lo general había estado practicando la democracia en casa. Era lo mejor para llevarse bien con los niños. En ese mismo momento, era demasiado fácil para él tratar con una adolescente. Se rio fríamente en su corazón, pero no lo mostró en absoluto en su rostro.

Aino todavía estaba muy tranquila. “Adelante”.

Keegan continuó: “El nombre de tu abuelo paterno es Sean Ford y el nombre de tu bisabuelo es Henry Ford. También tienes un tío, el más cercano a ti, llamado Marcus Shaw. El Tío Marcus quiere mucho a tu madre y a tu abuela. ¿Estoy en lo cierto? Además, a pesar de que tu apellido es Scott y tu nombre es Aino Scott, tu nombre legal real es Aino Ford. Tu padre te ama mucho y eres la princesita más preciosa en el corazón de tu padre. En el futuro, tú serás la primera en heredar la familia Ford. ¡Tu padre es Sebastian Ford!”.

Aino estaba completamente atónita. No pudo recuperar sus sentidos durante mucho tiempo. Parpadeó y de repente preguntó de una manera un poco tonta: “Tú... ¿cómo... sabes... todo eso?”.

Keegan de repente sonrió. “¿Sabes por qué estamos arrodillados afuera?”, preguntó.

Aino sacudió la cabeza. “No lo sé”. Originalmente pensó que eran porteros.

“¿No notaste que los tres de nosotros nos parecemos mucho a tu Tío Marcus?”.

Aino echó un vistazo y de repente la golpeó. Luego sonrió. “Entiendo. Ustedes son los hermanos del Tío Marcus. Los tres siempre habían estado en el extranjero, ¿verdad?”.

“¿Dónde está mi abuela? ¿Puedo entrar? Conseguí algo en la tienda para ayudarla a arrodillarse más fácilmente. En realidad solo son dos pedazos de almohadillas para ser colocados debajo de sus rodillas. De esta manera, sus rodillas ya no dolerán más. ¿Cómo podría dárselos a ella?”, preguntó Aino mientras inclinaba la cabeza.

“Mi niña, no has comido, ¿o si?”, preguntó Keegan.

Aino asintió. “Todavía no”.

“Ven, sé buena y sígueme para primero tomar algo para comer. Eso es porque la urna de tu bisabuelo ahora se está colocando en el espacio conmemorativo. Los niños no pueden acercarse al espacio. Después de que la urna de tu bisabuelo haya sido correctamente colocada en el espacio conmemorativo, tus padres y tu abuela estarán libres. Primero te llevaré a comer algo ahora para que no tengas hambre, ¿de acuerdo?”. Keegan miró a Aino muy suavemente.

Aino no dudó en absoluto. En realidad, la joven generalmente tenía una conciencia muy fuerte de protegerse a sí misma. En circunstancias normales, simplemente no se dejaría engañar.