Castigado por su amor romance Capítulo 2379

"Bueno, dijeron que tienes cuarenta años. Originalmente pensé que serías muy viejo. Nunca esperé que fueras tan joven. No pareces viejo en absoluto. Si dijeras que tienes treinta y dos años, me lo creería. Dios mío…".

Sebastian se quedó sin palabras. Realmente se quedó sin palabras. Ella había desperdiciado mucho de su tiempo. Él ya era padre de tres. Toda la Ciudad del Sur sabía que le tenía miedo a su esposa. ¿Acaso esta extraña mujer cayó del cielo? Sebastian ya estaba tan enojado que estaba aturdido. Nunca había perdido la compostura así desde hace muchos años. Había ayudado a la familia Shaw a encargarse del funeral y había pasado por muchas cosas hace unos días; sin embargo, nunca antes había estado tan agitado. En ese momento, luego de ser visto y apreciado por la extraña mujer, Sebastian estaba tan enojado que se sintió mareado.

"¡Vete a la mierda!", dijo él tranquilamente las cuatro palabras.

"¿Qué dijiste?", preguntó Eva.

Sebastian ni siquiera se molestó en repetirse. Solo quería echar a esta mujer de su oficina inmediatamente. No le importaba si ella viviría o moriría. ¡Sería mejor si pudiera matarla a patadas de una vez! Justo cuando levantó el pie, de repente se escuchó una voz que venía desde la distancia. "Señor Ford, ¿estás ahí? ¿Puedo pasar?".

Sebastian instantáneamente se detuvo en seco. Esa era la voz de Yvonne. Su voz provenía de la recepción.

"¿Yvonne?", llamó Sebastian.

"Mm-hmm. Soy yo, Señor Ford. Si no es un momento conveniente para ti, dejaré las cosas en la recepción. Si es conveniente para ti, entraré yo misma. Primero te dejaré saber que originalmente había querido dejar que Sabrina viniera conmigo. Sin embargo, ella no está libre. Dijo que accede a que yo venga sola, así que vine sola. Estoy aquí principalmente para agradecerte. Me apoyaste mucho ese día".

"Adelante". El estado de ánimo de Sebastian era mucho mejor.

Una vez que Yvonne se dio la vuelta, vio a Eva, quien estaba estupefacta. Yvonne inclinó la cabeza para pensar un momento y luego le preguntó a Eva: "Oye, tú. Me pareces familiar. ¿Eres… mi pariente?".

"¿Quién eres?", le preguntó Eva con desdén.

Yvonne la recordó de repente. "Oh, ahora lo recuerdo. Eres hija de los sirvientes de la familia Shaw. Tu nombre es Eva Yerbury. He visto tus fotos. Las tenemos en nuestra casa. Esa fue una foto tomada cuando Keegan y su esposa se fueron de paseo. Estabas en la foto. Oh, cierto, Eva, ¿por qué estás fuera de la oficina del Señor Ford? ¿Está aquí para solicitar trabajo?".

Eva levantó su mano y abofeteó a Yvonne. "¿Quién dijiste que es la hija de tus sirvientes? ¡Cómo te atreves!".