Castigado por su amor romance Capítulo 241

Sabrina estaba atrapada en medio de este grupo de personas. Era realmente incómodo escuchar cómo se burlaban de ella.

Nigel también se sentía increíblemente incómodo.

Podían decir o hacer lo que quisieran delante de él, pero Nigel sentía que era una especie de insulto cuando era delante de Sabrina. Sucedió que en ese momento dos de los hombres altos y fuertes que iban adelante sujetaron a Sabrina entre ellos y la llevaron dentro.

“¡Vamos, señorita! Ya estabas fuera de la puerta, pero no has entrado a tomar asiento. Realmente no conoces las reglas. Hay un buen dicho que dice: Hacer cosas malas, ¿queriendo tener una buena reputación? Por muy buena reputación que quisieras tener, no podrías conseguirla desde aquí, ¿verdad?”.

“Ven, entra y toma una copa conmigo…”.

Sabrina se quedó sin palabras.

Se le hacía difícil respirar al verse acorralada por los dos hombres.

Quería apartarlos, pero no podía, no importaba cuánto luchara. Solo pudo decir mientras se esforzaba: “¡Claro, no hay problema! Sin embargo, es necesario que se presenten con el Amo Nigel de antemano porque le pertenezco a Sebastian Ford. Cada vez que acompañe a un hombre, Sebastian me pedirá dinero”.

Ambos hombres se congelaron.

Una vez que se mencionó a Sebastian, los dos se asustaron.

En ese momento, Nigel gritó de repente desde atrás: “¡Suéltenla! Si no sueltan a Sabrina, les juro que los mataré a todos ustedes m*lditos”.

Los pocos hombres presentes se quedaron perplejos.

Uno de ellos dijo descontento: “Nigel, ¿tenías que llegar a ese extremo? ¿No que siempre compartimos lo bueno? ¿Sigues siendo nuestro m*aldito hermano o no?”.

“¿Ingirió algo?”.

“¿Por qué Nigel está actuando como un loco?”.

“Acabo de recordar que esa mujer se llama Sabrina Scott. Hace seis años, ella sedujo a unos jóvenes de la alta sociedad y ocasionó un gran problema. Yo solo tenía dieciséis años en ese momento y todavía era muy joven. Solo escuché que toda la alta sociedad de Ciudad del Sur quería matar a Sabrina, especialmente Sebastian. Una vez que él la atrapara, entonces sería destrozada en un millón de pedazos”.

“Ya veo. Parece que esta mujer realmente sabe un par de trucos. Nigel fue encantado hasta confundirlo tan pronto como ella volvió”.

Cuando los dos jóvenes aún estaban en medio de su discusión, Nigel y Sabrina ya habían salido del edificio. Nigel preguntó: “¿A dónde querías ir? Te llevaré allí”.

“A buscar a Sebastian”, dijo Sabrina.