Castigado por su amor romance Capítulo 2429

“Si te atreves a abandonar a este niño, ¡te voy a matar!”.

Vincent había perdido a sus padres durante su infancia y creció con su hermano. Helena fue una niña que también recogieron. Todos ellos lo habían tenido difícil desde la infancia. Por lo tanto, lo que Vincent más odiaba en su vida era a las personas que abandonaban a sus hijos.

Belinda se sorprendió por la acción de Vincent. Ella asintió y dijo con agravio: “Tampoco quiero abandonar a mi hijo, pero no sé como criarlo”.

“¿Sabes cómo comer y dormir?”, preguntó Vincent enojadamente.

Belinda no tenía palabras.

“Si tú, que tienes extremidades que funcionan, no quieres trabajar y solo vas a esperar a que te alimenten hasta el día de tu muerte, entonces, ¿de qué sirve que estés viva? Escúchame con atención. Sal allá fuera y encuentra un trabajo. Ya sea limpiando basura o lavando platos, ¡estará bien mientras sea un trabajo! ¡Si no vas y encuentras un trabajo, entonces vete al infierno!”. En cualquier caso, el anciano ya murió y su familia también la abandonó. Por lo tanto, Vincent solo quería forzarla un poco para que fuera autosuficiente.

Belinda dijo con una expresión humillada: “Entiendo. Iré a buscar un trabajo incluso si tenga que lavar platos.

Solo entonces Vincent se sintió aliviado.

Con el fin de prevenir que Belinda regalara al niño o lo abandonara, Vincent no tenía más opción que buscar a Helena.

En ese tiempo, Helena ya estaba tan animada y tierna como antes. Era como si nunca hubiera experimentado todo ese dolor en el pasado. Todavía tenía notas sobresalientes y era aún más hermosa y enérgica que antes.

Ya no culpaba a Vincent como hacía medio año. Cuando vio a Vincent, lo saludó muy generosamente: “¿Vincent? ¿Quieres hablar conmigo de algo?”.

Vincent le contó a Helena sobre la situación.

Helena se sintió tan desconsolada que lloró. “Vincent, ¿cómo puede alguien ser tan cruel que ni siquiera quiere a su propio hijo? Está bien. Trae al niño. Las niñas de mi dormitorio pueden turnarse para cuidarlo. Tú también puedes turnarte para cuidarlo. No dejes que esa mujer realmente regale al niño o lo venda”.

Un lunes por la noche, cuando Vincent se disponía a salir a trabajar en el turno de la noche después de clases, un hombre, quien vestía traje y llevaba un maletín, llegó a la casa que Vincent y Belinda estaban alquilando.

“¿Puedo saber si usted es la Señorita Belinda Kelly?”, le preguntó el hombre a Belinda.

“Lo soy. ¿Puedo saber quién eres?”. Belinda pensó inconscientemente que el hombre estaba aquí para cobrar una deuda. Tenía un poco de deuda, pero Vincent no lo sabía. Si Vincent lo hubiera sabido, la habría golpeado.

El hombre sonrió y dijo: “Su hijo tiene una herencia. Dado que es demasiado pequeño, tiene que firmar los papeles para poder recibir la suma de dinero que él heredará”.

Belinda se quedó atónita y luego preguntó: “¿Qué? ¿Estás diciendo que el maldito anciano le dejó una herencia a mi hijo?”.

El hombre asintió. “Sí, diez millones de dólares”.