Castigado por su amor romance Capítulo 2491

¿Por qué?

La pareja lloró tanto en el hospital que se desmayaron varias veces.

Sabrina, Ruth, y Kingston, así como los padres de Kingston, eran los que estaban cuidando a Vincent y Helena.

Sabrina siguió consolando a la pareja, diciendo: "Señor y Señora Yates, Sebastian hará todo lo posible para encontrar a Yvonne. En este momento, no tener noticias de Yvonne es la mejor noticia. Ambos deben cuidar su salud. Cuando Yvonne regrese con sus gemelos, ella los necesitará a ambos para cuidar a sus hijos. Si su salud está arruinada, ¿en quién podría depender Yvonne?".

Lo que dijo hizo que la pareja se calmara mucho. Incluso estaban dispuestos a comer.

Vincent incluso dijo muy animado: "Sabrina tiene razón. Tenemos que cuidar bien nuestra salud para poder cuidar a nuestros nietos en el futuro".

Helena también asintió pesadamente. "¡Sí!".

Esa era la esperanza.

Una vez que una persona tenía algo que esperar, tendría la fuerza para vivir. Incluso si ese tipo de esperanza era escasa, también era una creencia que podía soportarlo todo.

Sabrina estaba cubierta de lágrimas cuando vio a la pareja de ancianos así.

Ella era originalmente una mujer amable que ni siquiera se atrevería a matar una mosca. Sin embargo, al igual que Sebastian, en el fondo Sabrina tenía un deseo vicioso de matar en ese momento.

Ella se obligó a contener las lágrimas, abrazó a Helena, y la consoló con una sonrisa. "Señora Yates, tienes que comer más y hacer más ejercicio. Estarás ocupada cuando tengas dos nietos que cuidar en el futuro. Los dos niños traviesos te cansarán rápidamente".

Helena inmediatamente se echó a reír. "Mh-hmm, buena chica. Lo recordaré".

Después de que terminó de consolar a la pareja, los mantuvo acompañados en el hospital durante unos días. Fue después de que Helena y Vincent fueran dados de alta del hospital que los días ocupados de Sabrina terminaron temporalmente.

Afortunadamente, sus hijos se portaron bien.

Aino ya era muy capaz de cuidar de sí misma. Los otros dos niños también eran como pequeños caballeros que eran muy sensatos y no necesitaban que Sabrina se preocupara por ellos.

Sin embargo, la llamada ya había terminado.

Sabrina se encargó del trabajo que tenía entre manos y fue al café. Cuando llegó fuera del café, vio a su esposo, Sebastian.

"¿Marcus fue quien te pidió que vinieras también?", preguntó Sabrina.

Sebastian asintió con calma.

Sabrina envolvió sus brazos alrededor del brazo de Sebastian y dijo: "Entremos, Sebastian. Tenemos que enfrentarlo juntos".

"Está bien", dijo Sebastian.

Una vez que ambos entraron al café, vieron que Marcus ya estaba sentado en una mesa. Ellos se le acercaron y Sabrina dijo: "Marcus…".

Antes de que terminara su oración, vio que Marcus se levantó, se acercó a Sebastian, levantó el puño, y golpeó violentamente a Sebastian en la cara. "¡Ford, pelearé contigo hasta la muerte!".