Castigado por su amor romance Capítulo 2523

Sin embargo, en ese momento, Nigel se dio cuenta de que Sebastian resultaba ser la persona más cariñosa del mundo.

"¡Muy bien! ¡Claro, Sebastian! Debes estar cansado. Descansa en el coche. Yo haré los arreglos", dijo Nigel con gran emoción.

"Mm-hmm. Seguro". Sebastian asintió.

Luego subieron al coche. Nigel subió al frente y condujo.

"Sebastian, ¿todavía recuerdas cuando éramos más jóvenes…? Cuando tenías dieciséis años y yo tenía unos diez años, siempre me gustaba exagerar mi habilidad y trataba de intimidarte. Sin embargo, no pude golpearte. En cambio, fui golpeado por ti tan fuerte que mi cara estaba magullada e hinchada".

"Eras increíblemente valiente en ese entonces. Cuando te enfrentabas a nuestros abuelos, a mi Tío Sean y la Tía Rose, quienes te habían tratado tan injustamente, no les tenías miedo en absoluto. Simplemente me golpeaste hasta que yo estaba llorando en el suelo. Ja, ja…".

Sebastian, quien estaba sentado en la parte de atrás, también se rio.

Ese fue cuando él era un joven. Había sufrido todo tipo de tratos injustos, pero tuvo el coraje de enfrentar toda la injusticia. No solo fue capaz de golpear a Nigel hasta que se fue llorando a sus padres, sino que también fue capaz de convertir a sus hermanos en pulpas.

¿Qué edad tenía en ese momento? Él tenía alrededor de dieciséis años. Al igual que ese joven que había conocido hace un momento.

El ochenta por ciento de la razón por la que Sebastian había dejado ir a Eldon ese día era por ese joven. Sebastian vio a su yo más joven en los ojos de ese joven. Vio la versión de sí mismo en ese entonces que era inflexible, dispuesto a luchar, y excepcionalmente orgulloso.

Los ojos de ese chico eran claros y brillantes, y era muy guapo. Si no fuera el hijo de Eldon, Sebastian lo habría querido mucho. Fue por él que Sebastian dejó ir a Eldon.

Mientras estaba en el coche, Sebastian no pudo evitar lamentarse: "La generación más nueva está superando a la generación anterior. El mundo realmente está cambiando para siempre. ¿Quién puede decir quién tendrá el control de Ciudad del Sur en treinta años?".

Nigel miró a Sebastian por el espejo retrovisor y dijo confundido: "¿Qué quieres decir, Sebastian? Por supuesto que Aino, Louie y Chris, los tres hermanos, serán los que gobernarán el mundo en treinta años".

Sebastian sacudió la cabeza y sonrió. "No deseo que mis hijos vivan como yo. Este tipo de vida es demasiado miserable. Solo esperó que Aino pueda estar sana y salva por el resto de su vida. No deseo que ella tenga riqueza y gloria. Solo deseo que ella tenga un hombre gentil y cariñoso que la ame por el resto de su vida. Esa sería mi mayor satisfacción".

"En cuanto a Louie y Chris, mientras su carácter pueda ser como el de Marcus, que es gentil, sofisticado, responsable con todos y todo, entonces esa sería mi mayor satisfacción en la vida".

Nigel asintió. "Eso también es bastante bueno, Sebastian".

Él luego escuchó vagamente a alguien llorar y parecía que era un niño. Cuando escuchó atentamente parecía que era un adolescente llorando.

A medida que avanzaba, el sonido del grito se hacía más y más claro. Incluso Sebastian, quien estaba detrás de él, fue despertado por el llanto. "Nigel, ¿de dónde viene el sonido de ese llanto? ¿Por qué suena como si ese chico estuviera llorando por mí?".

¿Finn?

Nigel estaba atónito.

Sí, el llanto sonaba como el del hijo de Eldon, Finn.

Mientras todavía estaba aturdido, Nigel vio que alguien yacía en el suelo frente a él, y la persona a su lado era Finn.

"P…papá, despierta. No te mueras. Papá…". Finn estaba llorando tan fuerte que no podía recuperar el aliento.

Tanto Nigel como Sebastian quedaron atónitos.