Castigado por su amor romance Capítulo 2544

Kingston, un hombre duro, lloraba desconsoladamente. “Yo... No esperaba que usted... en realidad me haría tan gran favor. El salario que me paga y los bonos que me da cada año ya es la cantidad que ganaría una élite superior en la ciudad en un año. Yo... Solo soy un luchador. Si tuviera que ser entrenador o lo que sea, podría ganar trescientos mil dólares al año en el mejor de los casos. Sin embargo, estoy ganando más de cinco millones cada año ahora. Ya me está tratando lo suficientemente bien. Amo Sebastian, yo, no merezco ser tratado así por usted”.

Sebastian levantó la mano y desordenó el cabello de Kingston. Luego sonrió. “Mocoso. Ya eres un hombre grande ahora, ¡así que deja de llorar! ¿Estás tratando de decir que ni siquiera soy tan amable con mis propios hermanos biológicos? Sin embargo, Kingston, ¿acaso tengo hermanos biológicos? Vireo podría considerarse como uno, pero ya tiene acciones en el Grupo Ford. No tienes que preocuparte por eso. En este mundo, aparte de Vireo, eres la persona que ha estado conmigo por más tiempo, la persona más leal a mí y la persona que ha protegido mi vida en todo momento. Aparte de Sabrina y mis tres hijos, ustedes son básicamente la familia más cercana que tengo en este mundo. Te estoy dando algunas de las acciones de la compañía, y te estoy dejando administrar una quinta parte del negocio de la compañía. ¿Qué hay de malo en eso?”.

“Gracias. Gracias, Amo Sebastian. Lo seguiré por el resto de mi vida. Voy a pasar por el fuego y el agua por el Grupo Ford y usted por el resto de mi vida también. ¡No se preocupe, Amo Sebastian!”, dijo Kingston después de aceptar el acuerdo.

“Adelante entonces”. Sebastian le dio unas palmaditas en el hombro. “A partir de hoy, eres director del Grupo Ford y eres uno de los jefes”.

“¡Sí, Amo Sebastian!”.

“Oh, sí, me dijiste temprano en la mañana que me estabas buscando. ¿Qué pasa?”, preguntó Sebastian.

Solo entonces Kingston cayó en cuenta. “Casi lo he olvidado. Amo Sebastian, yo... hay algo que me da vergüenza decirle ahora, pero...”.

“¡Mocoso! ¡Dilo!”.

“Yo... Ya no quiero estas acciones. Ya no las quiero, Amo Sebastian...”.

“¿Qué pasa?”. Sebastian sintió que Kingston parecía haberle pasado algo severo.