Castigado por su amor romance Capítulo 2605

"Siempre y cuando seas capaz de no tomarte las cosas a pecho", dijo Kingston suavemente.

Eevonne se secó las lágrimas mientras miraba a Kingston. "¿Crees que realmente tomaré un cuchillo y mataré a mi primo?".

Kingston se echó a reír. "No. No eres tan tonta, ¿verdad?".

Eevonne suspiró. "Mi reputación en mi pueblo está arruinada de todos modos. Ya no va a haber ningún hombre que me quiera. Ya estoy en esta situación, así que lo mejor sería tratarme como una trabajadora. Lo primero que debo hacer es saldar mi deuda. En cuanto a todo lo demás, solo esperaré y veré. Oh, Kingston, el pago de la hospitalización, ¿podrías...?".

Miró a Kingston avergonzada mientras se mordía los labios. Todo lo que tenía era solo mil dólares en el mejor de los casos. Tenía que usar ese dinero para viajar a sus trabajos temporales y también para encontrar un trabajo permanente. También tenía que usar eso para los gastos de manutención de un mes. Por lo tanto, ya no tenía dinero para pagar los gastos de hospitalización.

Kingston sonrió. "¡Eevonne! Es porque me salvaste la vida que sufriste un envenenamiento leve. ¿Cómo podría dejarte pagar tus gastos?".

Eevonne estaba un poco avergonzada. "Pero me temo que tampoco te está yendo tan bien en términos de dinero. ¿No estás aquí para pedir tu pago? Todavía no has recibido tu pago. ¿Tienes dinero?".

"Estoy un poco mejor que tú", dijo Kingston. "No te preocupes".

Eevonne asintió. "Gracias, Kingston".

"Descansa bien esta noche. Todo se hará a su tiempo. Debes pasar algunas noches más aquí en el hospital y luego serás dada de alta cuando no te queden más toxinas en tu cuerpo. En cualquier caso, tus familiares nunca esperarían que te quedaras en el hospital. Solo deja que estén ansiosos. Que todos sean devorados por la ansiedad", dijo Kingston y sonrió.

Eevonne también se echó a reír.

"Duerme un poco", dijo Kingston.

Kingston había visto a muchas de esas chicas. Además, realmente nunca había conocido a ninguna chica que reflexionara sobre sí misma como lo hizo Eevonne. Por el contrario, era la primera vez que Kingston conocía a una chica como Eevonne, quien seguía diciendo que era una psicópata y se condenaba a sí misma.

Mientras observaba la forma en que la chica dormía profundamente, Kingston inesperadamente también lo encontró reconfortante. Al ver que la chica estaba cayendo gradualmente en un sueño profundo, Kingston se acostó en su cama y se arropó también. Mientras pensaba en silencio en cómo podría ayudar a esta lamentable chica, cerró los ojos sin darse cuenta.

Justo en el momento en que se sentía somnoliento y estaba a punto de quedarse dormido, de repente escuchó un grito agudo. "¡No, no, no me pegues! No me golpees...".

Como siempre, Kingston reaccionó muy rápidamente y se enderezó. Entonces, vio que la chica en la cama frente a él estaba llorando y gritando mientras dormía. Probablemente estaba teniendo una pesadilla.

Kingston inmediatamente se levantó de la cama y se acercó a Eevonne. "No pasa nada. No pasa nada, Eevonne. Estoy aquí. No pasa nada".