Castigado por su amor romance Capítulo 271

Era mejor sentarse allí con Sebastian. Cuando Sebastian salió a contestar el teléfono, Sabrina se sintió extremadamente incómoda. En aquella enorme sala, las miradas de todos se posaron en ella.

Alex tenía una sonrisa en la cara y Martin se veía tranquilo. Kelvin miró a Alex con curiosidad, queriendo saber algo de él. En los últimos años, Kelvin había estado casi siempre en el suroeste del país y rara vez se relacionaba con Sebastian, por lo que no sabía lo que estaba sucediendo en estos momentos. Sin embargo, incluso él sabía que la prometida de Sebastian era de la familia Lynn, y que se llamaba Selene.

Entonces, ¿qué pasaba con esta chica?

En la sala, no solo los hombres miraban a Sabrina. Todas las mujeres también estaban examinándola descaradamente.

“Escuché que fue capturada por Sebastian”.

“Escuché que ella fue la que arruinó el matrimonio de Sebastian hace unos años”:

“¡Sabemos lo despiadado que es Sebastian! Nunca deja escapar fácilmente a nadie que lo haya ofendido”.

“¿No escuchaste a la chica decirlo ella misma? ¡Ella solo está aquí para acompañarlo! Sebastian definitivamente está tratando de torturarla de esta manera. Probablemente está planeando convertirla en una chica de la vida facil, eso sí que sería una verdadera tortura”.

“Esa mujer incluso intentó entrar en el círculo de las élites hace seis años, pero nunca consiguió la oportunidad”.

Las mujeres murmuraban y se escuchaban entre ellas como si nada.

Una de las chicas, que llevaba un vestido rosa, le preguntó a una mujer de cabello largo: “Hola, me resultas muy familiar. ¿No eres la estrella de cine que acaba de ganar el premio a la mejor actriz revelación internacional, Aire Dion?”.

Esas palabras hicieron que el ego de Aire creciera. Había ganado un premio internacional, pero nunca había conseguido entrar en los círculos de esas figuras ricas que controlaban el país, y ésta era una gran oportunidad. Como estrella femenina que acababa de tener su gran debut, aún necesitaba mantener su personalidad como una belleza indiferente, aunque no se hubiera integrado en la alta sociedad.

Por eso, en ese momento, Aire no se preocupó por las otras mujeres que intentaban adularla. Toda la atención de Aire estaba puesta en Sabrina. Pudo darse cuenta de que la figura principal de esa reunión era Sebastian, porque él venía de la ciudad más grande del país, y era el que controlaba el poder financiero en Ciudad del Sur.

Mientras Aire escudriñaba a Sabrina con la mirada, ésta se levantó y se dirigió al baño.

Al no estar acostumbrada a todas esas miradas sobre ella, Sabrina sentía que el sudor le dejaba la palma de la mano pegajosa, y quería lavarse.

Justo en ese momento, escuchó que alguien gritaba detrás de ella: “¡Acompañante! ¡Ven a cargarme los zapatos!”.