Castigado por su amor romance Capítulo 2726

Dash y Phoebe miraron juntos a Eevonne con los rostros enrojecidos. Phoebe dijo: “Eevonne... Señorita York, no... Señora Yates...”.

Eevonne sonrió con calma. “Sé lo que quisiste decir en el pasado. Dash es tu novio. No permites que tu novio tenga una ex novia tan mediocre como yo, y sientes celos en cuanto me ves. Incluso si ya soy una ex novia, incluso si ya fui alguien en su pasado, tú todavía no estabas dispuesta a dejarme ir. También fue porque sientes que pisotearme es tan fácil como pisar una hormiga, así que no te importó. En cualquier caso, simplemente no soportas ver a ninguna de las ex novias de Dash. Te dan asco y te parecen un adefesio. Por eso, aunque sabías desde el principio que yo era muy trabajadora y que nunca le había mentido a la compañía, ¡tampoco te importó! Eres la hija del director de la compañía. ¡Eres una joven de una familia eminente! ¡Eres voluntariosa! ¡Tienes el poder de decidir si una persona vive o muere! ¿No es cierto?”.

Phoebe se quedó sin palabras.

“Señorita Cain, ¿pensaste alguna vez que me estabas acusando injustamente, calumniando, difamando y que estabas arrastrando mi nombre por el barro? Tú y yo no nos tenemos ningún rencor. Solo que mi ex novio es tu novio actual, ¿tienes que ponerme en un callejón sin salida por eso? ¿En qué te basas para hacer eso? Lo siento, Señorita Cain, pero recibirás una carta de mi abogado. ¡Espera entonces por la citación judicial! ¡También hay otra cosa!”.

Eevonne volvió a mirar al Señor Cain. “Señor Cain, he contribuido al Grupo Ford. Me ha despedido sin motivo, ¿debería darme una fuerte suma como indemnización? Ya que es algo que usted ha dicho, sin duda debe cumplirlo. Por favor, ¡primero págueme una gran indemnización! Después de eso, seguiré viniendo a la compañía a trabajar. Porque soy la Señora Yates. Porque del veinte por ciento de acciones de mi marido, el diez por ciento es mío. ¡Nadie puede detenerme! ¡También tengo que contarles a todos ustedes algo que nunca había contado antes! El primer día que bajé del avión al llegar a esta ciudad, la persona que vino al aeropuerto a recogerme fue la verdadera dueña del Grupo Ford, ¡la esposa de Sebastian, Sabrina!”.

Todos los presentes se quedaron estupefactos en cuanto dijo eso. ¿Quién era Sabrina? Todos los presentes sabían de Sabrina, pero solo muy, muy pocas personas la habían conocido. Muy poca gente había conocido a Sebastian, y mucho menos a Sabrina. Sin embargo, Eevonne fue capaz de decir delante de tanta gente que Sabrina fue quien la recogió al aeropuerto. Eevonne no tuvo el valor de mentir al respecto.

Eevonne miró a todos los presentes con frialdad. “Sé que he cometido errores en el pasado. Sé que no soy perfecta. Sé que he mentido. Lo sé. ¡He molestado a mi ex novio en el pasado! ¡Tengo un millón de defectos! Sin embargo, no soy tan mala hasta el punto de incumplir la ley, ¿verdad? ¡Ni siquiera estoy castigada por la ley! Además, ¡ya he estado trabajando muy duro para cambiar! Yo sé perfectamente que la relación entre Kingston y yo es suficiente para que muramos el uno por el otro. Sé perfectamente que incluso la verdadera esposa del director del Grupo Ford también vino a recogerme personalmente. ¡Sin embargo, nunca he pensado en depender de sus conexiones para entrar en el Grupo Ford, y disfrutar que todos ustedes miren hacia arriba para mí! Nunca lo había considerado. Empecé a trabajar desde el puesto más subalterno, de registradora. Cuando entré en la compañía, usé mi identidad de alguien cuyo único nivel de estudios era la secundaria. ¡Nunca le he mentido a nadie en el Grupo Ford! Después de encontrarme a Dash por primera vez, ya le había confesado todo a la compañía con toda honestidad. ¡Eso es todo! ¡En ese momento, los altos ejecutivos del Grupo Ford tuvieron una discusión! La compañía pensaba colectivamente que mi pasado no tenía mucha importancia. Al contrario, la compañía pensaba que yo era muy valiente y muy eficiente en el trabajo. Por lo tanto, ¡la compañía decidió que no me despedirían! ¡Señor Long! ¡Señor Long!”.