Castigado por su amor romance Capítulo 306

Dentro de la carpeta que Sebastian le había entregado a Sabrina había un documento que indicaba claramente en qué universidad se había graduado, qué título tenía, así como sus experiencias laborales después de graduarse. Incluso contenía un certificado de graduación en su interior, que tenía una clara fotografía de ella.

Sabrina se quedó mirando a Sebastian, boquiabierta. “Tú… ¿Cuándo me ayudaste a hacer todo esto?”.

Él contestó con un tono indiferente: “¡No quiero que la madre de mi hija sea alguien que ni siquiera tiene un certificado de graduación de la universidad y no es capaz de encontrar un trabajo!”.

Sabrina se mordió el labio y dijo: “Gracias”.

Como Sebastian no dijo ni una palabra más, ella siguió mordiéndose el labio, sintiéndose incómoda.

Ella sabía que Sebastian solo estaba haciendo todo esto por el bien de su hija Aino, y por lo tanto esto no significaba que él tenía algún sentimiento por ella, ¿verdad?

Aun así, Sabrina sintió que acababa de escapar de la muerte.

Como era alguien que se sorprendía fácilmente, incluso este pequeño gesto le alegró la vida.

Así que cuando Sebastian le dijo: “Aino será una Ford en el futuro”.

Sabrina no opuso resistencia y simplemente aceptó: “De acuerdo”.

Él le preguntó: “¿Tienes algo que decir al respecto?”.

Sabrina sacudió la cabeza, diciendo: “No”.

¿Acaso importaba su opinión?

Era mejor no tener ninguna opinión.

El hecho de que Sebastian le hubiera dicho que iba a cambiar el apellido de Aino no le importaba a Sabrina. Después de todo, él le había permitido permanecer aquí con Aino, e incluso se había casado con ella. Sus acciones ya habían superado ampliamente sus expectativas.

Sebastian no sabía cómo reaccionar.

Su personalidad nunca había cambiado. Hace seis años, era fría y distante, y ahora, incluso después de esos años, lo era aún más.

Nunca había sido una mujer irracional.

En público, definitivamente mantendría su distancia de Sebastian.

¡Definitivamente!

En ese momento, las puertas del jardín de niños se abrieron lentamente y los niños comenzaron a salir de sus salones de clase. Sabrina se apresuró inmediatamente a la entrada y fue la primera en la fila para esperar a Aino.

Aino salió rápidamente, y cuando se dio cuenta de que su madre estaba allí, corrió felizmente a sus brazos. Cuando subieron al coche, Aino vio que su padre estaba sentado dentro, esperándola también. Aino estaba tan contenta que casi saltaba de la emoción.

Antes, siempre había visto cómo los padres de sus amigos los llevaban a casa.

Ahora tenía a sus dos padres presentes.

En el coche, ella miró felizmente a su madre por un momento antes de volver su atención a su padre. Aino se sentó allí, riéndose para sí misma.