Castigado por su amor romance Capítulo 423

Linda se quedó sin palabras.

Después de unos segundos, dijo con exasperación: “No me presiones demasiado, ¿de acuerdo? ¿Me estás obligando a dejar mi trabajo? Ya estaba dispuesta a corregir tus diseños para ti. ¿Qué más quieres?”.

Sabrina le entregó a Linda unos materiales que acababa de organizar. “Aunque ahora soy tu diseñadora en jefe, lo que era tuyo será tuyo. Tenías tu espacio de diseño independiente y tus ideas. Si estoy libre, también podría ayudarte a corregir las pruebas. No habría mucha diferencia entre nuestro trabajo y el de antes. Esto sería tuyo. Cuando lo hayas terminado, y si confías en mí, podrías dejar que lo corrija”.

Linda dijo: “... ¿Estás hablando en serio?”.

“Ponte a trabajar. No me gusta tener a la gente sin hacer nada”. Sabrina no volvió a dirigirle una mirada a Linda y bajó la cabeza para continuar trabajando.

Linda susurró de mala gana: “Gracias…”.

Sabrina no levantó la mirada.

Ella notó que Linda estaba reacia a darle las gracias, así que tampoco las aceptó.

Sabrina solo quería que todos se llevaran bien.

No tenía intención de hacerse amiga de Linda. Le gustaría crecer junto a ella en términos de trabajo, y eso era todo. Sabrina quería aprender sobre sus propias debilidades trabajando con Linda.

El día transcurría mientras estaba ocupada con el trabajo. Sabrina aún no había visto a Marcus en la empresa. Sabía que él no había ido a la empresa hoy porque debía estar cuidando de su abuelo gravemente enfermo en Ciudad Kidon.

Sin embargo, a Sabrina no le importaba si Marcus estaba aquí o no. Ella quería utilizar sus capacidades en el trabajo para permitirse a sí misma tener una base firme.

Cuando llegó la hora de salir del trabajo por la noche, Sabrina recibió la notificación de aprobación del grupo de compañeros de Aino. Inmediatamente hizo clic en el grupo.

No había muchos miembros en el grupo. El total era solo una docena.

Además, su relación actual con Sebastian no era como la de esposos o una relación contractual, y tampoco era apropiado decir que estaban en una relación de deudor y acreedor. Sinceramente, no le apetecía ir a ningún evento, ya que no sabía cómo se presentaría a sí misma y a su esposo.

¿Acaso tenía esposo?

Físicamente, sí, e incluso era el hombre más poderoso de toda Ciudad del Sur.

Tras pensar en eso, Sabrina se rio de ella misma mientras salía con su maletín en la mano.

“¿Qué fue lo que te hizo reír tan alegremente?”. Una voz grave se escuchó justo frente a Sabrina.

Sabrina levantó la mirada y se quedó atónita por un momento. “Tú... Nigel, tú... ¿Qué haces aquí?”.