Castigado por su amor romance Capítulo 474

Sabrina no pudo evitar suspirar con sorpresa. Nunca pensó que a Emma se le ocurriera semejante forma de castigarla. Ruth, que seguía con el par de zapatos viejos en la mano, también se quedó boquiabierta.

Ruth podía ir por ahí diciendo que venía de buena familia, pero apenas era capaz de presumir delante de la clase trabajadora normal y apenas era comparable a las señoras de familias verdaderamente adineradas.

La única razón por la que fue llamada por Emma no fue otra para que hiciera mandados por ella. Emma ni siquiera la miraba cuando estaban en su coche, y solo cuando el coche pasó por un puente, Emma sacó mil dólares y se los dió a Ruth.

"Anda, ve a comprar un par de zapatos viejos a ese zapatero de allí", le había ordenado.

Ruth no entendía por qué necesitaba zapatos viejos y preguntó, tartamudeando: "Señora....Señora Poole, ¿para... para qué los necesita?".

"Para colgárselos al cuello a Sabrina", respondió Emma alegremente.

Ese fue el momento en que Ruth se dio cuenta de lo creativa que era la segunda señorita de la familia Poole al haber pensado en algo así, como se esperaba de una dama de una familia de élite.

La idea de que Sabrina se viera obligada a caminar con un par de zapatos viejos y mugrientos al cuello hizo que Ruth se frotara las manos de emoción. Nunca se había imaginado que Emma tuviera la intención de aplastar la cara de Sabrina con esos zapatos, ¡y de hacerla papilla!

"Señorita Poole... ¿está... está segura de que quiere que... aplaste la cara de Sabrina hasta hacerla papilla?". Ruth tartamudeó.

"¡Por supuesto! ¡Hazlo!".

La multitud que las rodeaba estalló inmediatamente en discusión ante las palabras de Emma.

"Dios mío, ¿quién es esta mujer, de verdad? Escuché lo que decía la Señorita Poole y creo que mencionaron que no solo falsificó las credenciales en su currículum, sino que dio a luz a una niña antes de casarse. ¿Es posible que se vendiera en las obras de construcción? ¿A esos viejos y sucios trabajadores de la construcción? ¡Uf! Hay que desinfectar la oficina y cualquier lugar que pise", añadió Linda, y algunas mujeres a su lado asintieron con la cabeza.

"¿Cómo ha podido esta z*rra engañar a tanta gente? Seguramente nos va a meter a todas en un problema".

"Linda, ¿no recuerdas la vez que te chantajeó para que le pagaras cien mil dólares?".

"¡Mátala a golpes! ¡Esta clase de mujer hubiera muerto ahogada en el pasado!”.