Castigado por su amor romance Capítulo 487

"Hola, mamá de Aino, finalmente estás aquí. Pensé que tendrías miedo de venir". La madre de Carol frotaba una piedra en su dedo mientras miraba a Sabrina con expresión burlona.

Sabrina no se dio cuenta de los inminentes celos de la madre de Carol y del resto de las mujeres ricas hacia ella.

Ella ignoró su pregunta, en cambio le preguntó a Aino con voz suave: "Aino, ¿te gustaría jugar con estos niños?".

Aino asintió felizmente. "Por supuesto, mami. Susan, Carol, todos los niños son muy amables conmigo".

Sabrina sonrió gentilmente y dijo: "Te gusta este jardín de niños, ¿no?".

Aino asintió de nuevo. "Por supuesto mamá, todos son mis amigos. Me gusta este jardín de niños. Pero mamá, si no te gusta aquí, no me importa transferirme a otra escuela".

Cuando dijo la última frase, el tono de Aino sonó solitario.

Sabrina apoyó su cabeza contra la de su hija y dijo con firmeza: "El entorno de mi bebé mientras crece, y sus amigos, es lo más importante. Nada más importa tanto. Si te gusta este lugar, no es necesario que te transfiera".

Desde que Sabrina entró en la familia Lynn como una niña adoptada a la edad de doce años, rara vez hizo amigos.

Los amigos de Selene no jugaban con ella, todos la discriminaban y la trataban como a una mendiga. Cuando finalmente creció y entró en la universidad, por fin tuvo amigos y los trató con sinceridad. Sin embargo, fue a la cárcel en su segundo año. A partir de entonces, ninguno de sus amigos y compañeros de clase la contactó. Sabrina no quería que su hija pasara por la misma experiencia.

"Ve a jugar con los niños. Mami estará con los adultos". Sabrina convenció a Aino.

"Está bien, mami". Aino corrió alegremente hacia la mesa de los niños.

En ese momento, Sabrina miró a las mujeres ricas que estaban celosas de ella y dijo con calma: "Gracias. Si gastaron más de cincuenta mil dólares aquí hoy, también puedo contribuir".

La madre de Carol no tenía la intención de dejar escapar a Sabrina tan fácilmente. Dijo con crueldad: "Déjame responder por ti, ya que te niegas a hacerlo. Envías a tu hija a un jardín de niños exclusivo como este, luego aprovechas la oportunidad mientras la recoges para tratar de acercarte a un rico y exitoso hombre de negocios, ¡y así conseguirle a tu hija un padrastro rico! ¿Estoy en lo cierto? ¡Zorra!".

Sabrina solo suspiró.

"Oigan todos, recuerden vigilar a sus maridos, no dejen que esta...".

"Tía, te daré un juguete divertido". Antes de que la madre de Carol pudiera terminar su oración, Aino se le acercó de repente, sonrió y le puso algo en la mano.

El disgusto en la expresión de la madre de Carol fue obvio para todos los presentes.

"¿Qué…? ¡Ah! ¡Ayuda!".