Castigado por su amor romance Capítulo 510

Ruth, que se escuchaba culpable, habló con voz tímida. "Sabrina, ¿vas a ir a un banquete ahora?".

Sin una pizca de remordimiento, Sabrina preguntó: "¡¿Qué quieres?!".

Ruth tartamudeó: "Yo... lo sé, te doy asco. Todo lo que pasó antes de esto fue culpa mía. No debería haber hecho caso a mi prima y no debí tener tantos prejuicios contra ti. Ahora admito que solo estaba celosa por lo hermosa y fría que eres. Yo... estaba celosa de ti".

"¿Qué intentas decir?", preguntó Sabrina fríamente.

"Yo... estoy hablando con sinceridad. Yo... no volveré a pensar en hacerte daño", logró decir Ruth tras armarse de valor.

Yvonne, que estaba junto a Ruth, estaba a punto de morir de ansiedad mientras escuchaba su llamada.

Después de haber reprendido fuertemente a Ruth, Yvonne estaba preparada para que Ruth empezara a tratarla como una enemiga. Sin embargo, por alguna razón, el incidente dio lugar a una improbable amistad.

A diferencia de su yo del pasado, Ruth incluso estaba dispuesta a ayudar a Yvonne a impedir que Sabrina fuera al banquete.

Ruth siguió hablando: "Es una trampa. Mi prima, Autumn Poole y todas las demás personas a las que has ofendido irán al banquete. Si muestras tu cara allí, esas mujeres disfrutarán de la oportunidad de destruirte...".

"Sabrina, no vayas".

Cuando escuchó esto, Sabrina no supo cómo reaccionar.

Nunca hubiera esperado que Ruth, que una vez la había tratado como una enemiga mortal, la ayudara ahora. A pesar de no llevarse bien en el pasado, Sabrina podía sentir la sinceridad de Ruth por su tono nervioso.

Sin embargo, permaneció en silencio.

Todavía no tenía ni idea de por qué Ruth la estaba ayudando.

Mientras tanto, Ruth continuó: "Solía ser... demasiado vanidosa. Siempre creí que yo misma era una persona demasiado importante, ya que el mayor accionista de la empresa, el Amo Shaw, es primo de mi primo".

"Ahora me doy cuenta de que no soy más que una pobre trabajadora a tiempo parcial".

"Mis padres y yo somos simples sirvientes a los ojos de mi prima".

"Sin embargo, le serví tan lealmente y fui demasiado estúpida, demasiado ingenua".

"Gracias", habló finalmente Sabrina.

"Gracias Yvonne, pero tal vez ese sea mi destino. Mi destino ha sido fijado en piedra desde que tenía doce años, o tal vez se decidió cuando estaba en la cárcel. En cualquier caso, no debería haber huido hace seis años. Ya es un milagro que haya conseguido vivir hasta hoy".

Esto dejó a Yvonne sin palabras.

"Yvonne, pon a Ruth al teléfono", le pidió Sabrina.

Ruth, que volvió a tomar el teléfono, se escuchaba extremadamente nerviosa. "Sabrina, ya estoy traicionando a mi prima al contarte esto. Todo lo que te he dicho es cierto. Ella también estará hoy en el banquete".

Sabrina se limitó a responder con voz ligera: "Gracias, Ruth".

Con esto, colgó el teléfono.

Aunque Ruth había sido muy arrogante y dominante en el pasado, Sabrina podía deducir de su conversación que seguía siendo una buena persona en el fondo. Si Yvonne lograba hacerse buena amiga de Ruth en el futuro, Sabrina se sentiría mucho mejor.