Resumo de Capítulo 552 – Castigado por su amor por Internet
Em Capítulo 552, um capítulo marcante do aclamado romance de Romance Castigado por su amor, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Castigado por su amor.
Lincoln se quedó anonadado al otro lado del teléfono.
Su voz tartamudeó incontrolablemente por un tiempo y luego dijo: “Amo… Amo Sebastian, ¿no estaba en Ciudad Kidon? ¿Por qué está…?”.
“Mi esposa fue incriminada, así que volví antes de lo previsto”, respondió Sebastian con sinceridad.
“Su esposa…?”. Lincoln supo de inmediato quién era la esposa de Sebastian, pero en ese momento, todavía preguntó de manera robótica.
“¡Sabrina Scott!”, respondió Sebastian.
Lincoln se quedó sin palabras.
Su teléfono cayó al suelo.
“¿Qué te pasó, querido?”, le pregunto Jade mientras se acercaba a él. Cuando Lincoln la miró, vio su rostro lleno de cortes y magulladuras.
“Sabrina y el Amo Sebastian, están casados”.
Jade se quedó sin palabras.
Jade grito de ira después de unos segundos como un cerdo moribundo. “Tú… ¡¿Qué dijiste?! Sabrina se casó con el Amo Sebastian. ¡¿Cómo podría ser eso posible?! ¡¿Cómo es posible?! Si están casados, ¿qué pasará con nuestra pequeña Selene? ¡¿Qué pasará con Selene?!”.
El rostro de Lincoln se tornó pálido como si hubiera visto un fantasma.
Parecía que algo había sucedido esa tarde. Los dos se lo habían perdido. Estaban ocupados peleando, todo por la carta en blanco que le dio Sabrina.
¿Qué se perdieron?
Lincoln se conectó de inmediato a internet.
Sebastian, que sostenía el teléfono de Sabrina en sus manos, vio que la llamada se terminó automáticamente desde el otro extremo y le preguntó a Sabrina: “¿Por qué Lincoln te llamó de la nada?”.
Sabrina no le ocultó nada. “Lincoln y yo tuvimos…”.
Quería decirle que había tenido una discusión con él, pero de repente recordó que Aino estaba con ellos. Aino era todavía muy joven y no quería exponerla prematuramente a los amargos resentimientos entre adultos.
“¡Juguetes!”. Sebastian se burló.
Los juguetes iban camino a su casa. Aunque no eran tantos como para llenar un camión, tuvieron que ser conducidos de regreso con cuatro o cinco autos. Si veía sus juguetes, Aino estaría tan feliz que podría volar hacia el cielo.
Los juguetes tardarían dos o tres días más en llegar.
Sin embargo, como Sebastian se apresuró a regresar a Ciudad del Sur con tan poca antelación, pasarían unos días más antes de que los juguetes llegarán allí.
Sebastian se burló y miró a su hija: “Aino, aún no has respondido a mi pregunta. Cuando me fui, te pedí que cuidaras bien a Mami. ¡¿Por qué no lo hiciste?!”.
Aino estaba confundida. “... ¿Qué le pasó a mami?”.
La niña miró a Sabrina con preocupación.
Sabrina tiró de la manga de Sebastian.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Castigado por su amor