Castigado por su amor romance Capítulo 570

Después de no verla durante una semana, Ruth Mann había perdido tanto peso que parecía otra persona. Sabrina no tenía mucha empatia por Ruth, así que cuando la vio con un aspecto lamentable, no sintió mucha sorpresa ni simpatía. Sin embargo, Yvonne se apresuró a abrazar el brazo de Ruth. "Ruth, ¿qué pasó? Hace dos días que no te veo, ¡parece que has perdido 10 libras!".

"Estoy bien", murmuró Ruth.

Yvonne volvió a preguntar: "¿Por qué estás aquí?".

Ruth parpadeó y una lagaña salió de su ojo. Parecía que no había dormido bien. Se limpió la cara con torpeza. "Yvonne, ¿podrías prestarme cien dólares? No he comido en dos días".

"¿Eh?". Yvonne miró a Ruth sorprendida. "¿Qué pasó? ¿Por qué no comes en casa? ¿Y tus padres? ¿No están en casa?".

Ruth respondió con amargura: "Me echaron".

Yvonne se sorprendió. "¿Por qué?".

Ruth se mordió el labio. "Porque...".

Miró a Sabrina y dejó de hablar. Se inclinó hacia Sabrina respetuosamente. "Señora Ford... Hola".

Sabrina no sabía cómo responder. Yvonne era una mujer impaciente. "¡Vamos! Dime. Ya casi pareces una mendiga, ¡¿qué tienes que ocultar?! Si no me lo dices no te prestaré los cien dólares".

En el pasado, Yvonne nunca había tenido mucho contacto con Ruth, de hecho la despreciaba. Pero ahora se daba cuenta de que Ruth era en realidad una chica tonta y bastante inocente. En el fondo, Ruth no era una mala persona. Yvonne también se dio cuenta de que si la maldecía y regañaba, Ruth no se enfadaría. Era particularmente lenta, sus nervios eran más gruesos que el acero. A decir verdad, a Yvonne le agradaba bastante Ruth.

Ruth suspiró. "Porque no hice lo que mi prima me pidió y ayudé a la Señorita Poole... a golpear la cara de la Señora Ford hasta desfigurarla. Mis padres me reprendieron ayer porque mi prima fue expulsada por el Amo Sebastian y le congelaron la cuenta bancaria".

"He pasado hambre antes, sé lo que se siente. Yvonne y yo vamos a almorzar ahora, ¿quieres acompañarnos?", dijo Sabrina con calma.

Durante un largo momento, Ruth se quedó sin palabras. Luego miró a Yvonne.

Yvonne asintió. "Sabrina es una persona tranquila y pacífica, es genial".

Ruth esbozó una media sonrisa. "Señora Ford, no pude distinguir lo bueno de lo malo, yo... lo siento".

"Vamos", dijo Sabrina.