Castigado por su amor romance Capítulo 572

Ruth frotó la pequeña caja de metal con la mano y le explicó con un tono respetuoso: "Mmm, esta caja de metal parece vieja y sucia, pero su contenido es genial. Es...aceite elaborado a partir de ratones bebés".

Yvonne se sorprendió. "¿Qué…? ¿Cómo?".

Sabrina también se quedó atónita.

Ruth tragó una gran cucharada de sopa de champiñones y masticó, mientras les explicaba: "Está hecho de ratones bebés, recién nacidos, esos que ni siquiera tienen pelaje todavía. Se sumergen en aceite durante unos meses y luego se filtra el aceite".

Yvonne estaba confundida. "¿Para qué es eso? Explícame, Ruth, ¡no me digas que comes esta cosa tan extraña! La mayoría de las personas le ponen sal y pimienta a la comida, ¡ tú le pones aceite elaborado con ratones bebés!".

A pesar de que Yvonne dijo esas palabras, Ruth no se enojó. Ella tampoco tenía muchos amigos. Los miembros de la alta sociedad noble como su prima solo la veían como un perro. Pero en ese momento, Ruth no se tomaba en serio a las personas normales y corrientes como Yvonne, por lo que realmente nunca tuvo amigos. Incluso ayer, que sus padres la echaron de la casa, caminó por las calles y en la única persona en la que podía pensar era en Yvonne.

Ruth no esperaba que Yvonne se preocupara tanto al verla oprimida. Por eso, ella estaba agradecida.

Sin duda en ella se podía ver la honradez a través de la adversidad.

Ruth apartó la mano de Yvonne de manera brusca. "¡¿Qué?! Le compré esto a una vieja sirviente. Ella nos cuidó a mí y a mi prima cuando éramos niñas y uno de los miembros de su familia era médico. Ellos tienen una medicina secreta… Aplique este aceite en cualquier lugar que tenga cicatrices y se desvanecerán. Estaba preocupada... por el rostro de la Señora Ford. Guardé este aceite desde anteayer".

Luego de eso, le entregó el aceite a Sabrina. "Señora Ford, puedo ver algunas cicatrices en su cara. Esto es muy efectivo, no estoy mintiendo".

Sabrina solo tenía su teléfono, ni siquiera había llevado un bolso. Ruth, ni siquiera tenía su teléfono con ella. Las tres se miraron a la vez. Se dieron cuenta de que el costoso buffet ni siquiera había colocado servilletas para sus invitados.

"¿Qué debemos hacer? Tu mano está toda aceitosa".

Sabrina se rio. "¡Eso no es nada, mira!".

Con eso, levantó la tela interior de su falda y se limpió el aceite, luego cubrió la parte sucia con la tela exterior y la mancha quedó completamente oculta.

Sus acciones sorprendieron a Yvonne y Ruth. Yvonne exclamó sorprendida: "¡Sabrina! Tú... ¡¿Tú también haces estas cosas?!".