Castigado por su amor romance Capítulo 600

Ryan se dio vuelta para mirar a Marcus con una expresión de fastidio. "¡Cállate! Estoy tratando de hablar con mi empleada".

Después de eso, sin saber la sincera admiración de la recepcionista, cambió inmediatamente su tono y dijo: "Chica, déjame decirte esto. Si vuelves a pensar en esas tonterías en el trabajo, ¡te despediré! A partir de ahora, haz bien tu trabajo. No te llenes la cabeza de romances y esas cosas".

La recepcionista respondió obedientemente: "Sí, Director Poole".

Cuando vio que Ryan colgaba el teléfono, Marcus empezó a preguntarle de nuevo: "¿Seguirás compitiendo con tu Tío Sebastian?".

El nervioso Ryan respondió: "¡Largo de aquí!".

"¡Este es mi coche!", replicó Marcus.

El hecho de que tuviera razón dejó a Ryan sin palabras.

Tras unos segundos, declaró con los dientes apretados: "¡Yo, el Joven Amo de la familia Poole, me sentaré de mala gana en tu coche!".

Aunque Marcus no sabía cómo reaccionar, los dos decidieron no sacar a relucir nada más relacionado con la salida del coche.

Aunque fueran los dueños de la empresa por fuera, estos socios legítimos no se atrevían a sacar del edificio al hombre que había descuidado su trabajo principal para distraer a una de sus empleadas.

Mientras tanto, ese mismo hombre seguía arriba, en el departamento de diseño, haciendo todo lo posible por complacer a Sabrina.

Todos los espectadores que vieron la interacción entre ellos se quedaron realmente sorprendidos.

De hecho, incluso empezaban a marearse al ver las muestras públicas de afecto de la pareja.

Soo podían observar estupefactos cómo el Amo Sebastian, cuyo nombre podría hacer temblar de miedo a Ciudad del Sur, seguía consintiendo a su querida esposa.

El hombre que siempre había parecido tan tranquilo y serio.

La forma en que había servido el té a la mujer, ordenaba sus archivos y le entregaba varias cosas parecía muy natural. Si no tuviera su trabajo de día, que era el cargo más alto en el Grupo Ford, bien podría haberse convertido en un asistente altamente calificado.

Además, ver el silencioso entendimiento entre ambos había provocado la envidia de todos los presentes.

Todos aspiraban a sentir algo así en algún momento de sus vidas.

Lo único que les hacía sentirse atormentados era cómo aquel director dominante, que había dejado de lado sus propios asuntos para ser asistente, no parecía que fuera a marcharse pronto.

A pesar de que la hora de comer iba a llegar en cualquier momento, seguía pareciendo muy cómodo sirviendo en la oficina.

¿Será que tenía previsto almorzar junto a su consentida esposa en la cafetería?

Por favor, ¡cualquier cosa menos eso!

Andrew comenzó a sudar por su ansiedad.

Su presupuesto para este mes se estaba agotando, y solo tenía el dinero suficiente para comer en la cafetería hoy.