Castigado por su amor romance Capítulo 681

Junto en la entrada de la residencia, Marcus se giró y vio a Mindy, todavía inmóvil en el lugar donde antes estaba Selene. Estaba sola, la cuenca de sus ojos se veía hundida en su piel, dándole el aspecto parecido al de una rata de alcantarilla.

"¡Tú, troll feo! Justo antes estabas intimidando a mi mami en la puerta, ¿por qué sigues aquí? ¿No eres hermana de ese otro troll? Ella ya se fue, ¿por qué no te has ido tú también?". Aino la enfrentó con dureza mientras estaba en los brazos de su bisabuelo.

Mindy no pudo responder de ninguna manera. Se limitó a mirar a Marcus con un destello de súplica en sus ojos. Marcus, por su parte, le devolvió la mirada con ferocidad. Su desprecio y como la juzgaba era innegable en sus ojos. El corazón de Mindy se hundió en la desesperación al darse cuenta de que su primo había perdido cualquier forma de simpatía por ella.

"Primo Marcus...", intentó de nuevo.

"¡No me llames así!". Él rechazó su súplica en un instante.

Las lágrimas se acumularon rápidamente en los ojos de Mindy mientras se esforzaba por hablar de nuevo. "Abuelo Shaw...".

El Viejo Amo Shaw no tuvo el valor de ignorarla. "Mindy, no hay escapatoria cuando uno hace algo malo. El abuelo también hizo mal. El poder hace el bien. Eso siempre ha sido una verdad del universo. ¿Te das cuenta? Hasta el abuelo pudo disculparse, así que tú...".

Antes de que pudiera terminar, Mindy lo interrumpió desesperadamente: "No me dejarán ir aunque me disculpe. Si prometen dejarme ir, me disculparé ahora mismo, incluso puedo arrodillarme ante Sabrina como hizo Selene".

En ese mismo momento, el Viejo Amo Shaw pudo sentir como su preocupación por Mindy se desvanecía, dejándole solamente un sentimiento de disgusto.

"¡Largo!", gritó Sabrina con desprecio. Hoy era una ocasión importante en la que se suponía que iba a ser presentada a la familia y los amigos de Sebastian junto a su hija. Lo último que quería era entrar en conflicto con alguien.

El Viejo Amo Shaw y Marcus salieron poco después. Se suponía que Marcus iba a ser el acompañante de Yvonne para el banquete en la antigua residencia Ford, pero no tuvo más remedio que marcharse antes de tiempo, dejando a Yvonne sola.

Sin embargo, a ella no pareció afectarle en absoluto. De todos modos, disfrutaba de la libertad de poder andar por ahí. Además, no tenía nada que temer con su primo Kingston cerca.

El salón había regresado a la normalidad. La familia de tres paseaba de la mano, con la pequeña princesa Aino en el centro. Sebastian hizo la presentación oficial. "Esta es mi esposa Sabrina Scott, y esta es nuestra hija Aino".

De repente, Kingston apareció a su lado y le susurró algo al oído. Sebastian quedó helado durante una fracción de segundo antes de preguntar: "¿La fuente de esto es confiable?".