Castigado por su amor romance Capítulo 724

Sebastian continuó hablando con un tono amable. "Kingston ha estado investigando la relación de la familia Lynn con tu madre desde hace un tiempo. Durante su investigación, descubrió que, hace seis años, mientras cuidabas de mi madre en el hospital, Lincoln la capturó y la encerró".

Al escuchar esto, Sabrina sujetó el brazo de Sebastian y dijo con preocupación: "¿Mi madre no está muerta? ¡Sebastian, ya no te odio! No quise decir eso, estaba enojada. Por favor, dime, ¿mi madre sigue con vida?".

Sebastian comenzó a frotar su espalda suavemente para consolarla. "Sabrina, tranquila".

"¡Dime! ¡Dime! ¡Solo dilo, Sebastian!", insistió desesperada.

Sebastian miró a su alrededor. Observó el sitio de construcción, las excavadoras, así como a los trabajadores y los pueblerinos que estaban mirando.

Con una mirada severa en su rostro, le aconsejo a Sabrina: "Primero debes calmarte. Ahora mismo, tu principal objetivo debe ser desenterrar los restos de tu padre y llevártelos de aquí. Te diré lo que sé en el hotel, hay demasiada gente aquí. Sé por qué te lo digo".

Sabrina asintió rápidamente y dijo: "Está bien, te escucharé, Sebastian".

Después de eso, la ayudó a levantarse y la llevó al coche.

Sebastian besó a Sabrina suavemente en la frente mientras intentaba tranquilizarla. "Yo me ocuparé del resto".

Sin decir nada, Sabrina asintió.

Acostada a su lado estaba Aino, quien estaba profundamente dormida.

Al ver a la pequeña dormir pacíficamente con una dulce sonrisa en su rostro, su corazón herido comenzó a calmarse.

Sabrina se sentó junto a la ventana, mirando a su hombre hablando con las personas afuera.

Ese hombre había nacido para ser un líder y un amo. Al lugar que fuera, todos lo trataban con el mayor respeto y cautela, como si pudiera matarlos en cualquier momento que quisiera.

No estaban del todo equivocados, ya que el hombre contaba con esa capacidad.

Sin embargo, él nunca le haría daño a los inocentes.

Entonces, un grupo de hombres vestidos con ropa formal se bajaron de sus coches, seguramente venían a mostrar sus respetos a Sebastian.

Cuando se acercaron, todos se inclinaron respetuosamente ante él.

Sin embargo, Sebastian los miró con frialdad.

Inmediatamente, uno de ellos comenzó a caminar hacia el coche en el que estaba Sabrina.

Cuando Sabrina se dio cuenta de esto, se enderezó rápidamente y bajó la ventana.

"Señora".

Un hombre de unos cuarenta años muy bien vestido saludó a Sabrina.

Ella miró a Sebastian en su lugar. Sabía que la única razón por la que esas personas la trataban con tanto respeto era por él.