Resumo de Capítulo 785 – Castigado por su amor por Internet
Em Capítulo 785, um capítulo marcante do aclamado romance de Romance Castigado por su amor, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Castigado por su amor.
"¡Estás obsesionada con ascender a la élite! ¡Pero no encajas! ¡Eres una Mann, no una Shaw! ¿Crees que puedes gobernar Ciudad del Sur y Ciudad Kidon solo porque tienes el apoyo del Viejo Amo Shaw? ¿Acaso eres tan estúpida? Quieres casarte con mi futuro esposo, pero ¿sabes cómo te ve él? ¡Apenas y eres un gusano para él! ¡Las familias ricas no son tan simples como crees! ¡Una mujer como tú, que daña a su propia prima solo por la oportunidad de casarse con una familia rica, nunca se convertirá en una dama de alto estatus! ¡Siempre serás una patética!".
"¡Vete al infierno!", espetó Mindy. Estaba sorprendida al escuchar lo que Ruth pensaba sobre ella. Tiró del cabello de Ruth con saña y gritó: "¡Tío, tía, tráiganme un cuchillo, ahora! ¡Voy a destrozarle la cara! ¡Veamos si le gustarás al Amo Ryan una vez que acabe!".
¿Destruir su cara? A Ruth no le interesaba en absoluto. Había encontrado paz en su corazón y finalmente comprendió por lo que Sabrina había pasado. Ella no tenía el poder para defenderse, ¡pero nunca sucumbiría ni se derrumbaría! ¡Se negaba a suplicar clemencia! Miró a Mindy y a sus padres con lágrimas en los ojos. En ese momento, sintió como su corazón se rompía en pedazos.
Al final, su madre sugirió: "Mindy, podemos destrozarle la cara cuando queramos. Pero, ¿por qué primero no la vendemos a cambio de algo de dinero? ¡Si ganamos suficiente dinero, puedes ir a comprar ropa y prepararte para tu cita con el Amo Ryan!".
Mindy sonrió ante la sugerencia de la Señora Mann. "Eres tan considerada, tía”.
"¿Deberíamos hacer eso hoy mismo entonces?".
"¡Sí, por supuesto!". El Señor Mann hizo una reverencia y asintió respetuosamente.
Sin más, sus padres y su prima se marcharon ante los ojos de Ruth mientras la abandonaron en el hostal. Al principio permaneció atada y escuchó que la dueña quería que comenzara a trabajar en tres días, una vez que las marcas de golpes de su rostro desaparecieran. Poco después, la desataron y Ruth aprovechó la oportunidad para ir al baño y llamar a Sabrina con su pequeño teléfono.
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