Castigado por su amor romance Capítulo 827

Mucho después de que Sebastian y Sabrina se hubieran marchado, todos en la sala seguían sin atreverse a emitir un sonido.

Fue Andrew quien habló primero. "Sabrina... Estará bien, ¿verdad?".

Al instante, el grupo de personas comenzó a hablar a la vez.

"Andrew, tú... no estoy tratando de reprenderte, pero ¿cómo pudiste enamorarte de Sabrina?".

Andrew se sonrojó inmediatamente. "Yo... ¿Cuándo me he enamorado de Sabrina? La trato como a mi propia hermana mayor, ¿de acuerdo?".

"¿No estás enamorado? Hasta un ciego se daría cuenta, Andrew. Los ojos que tenías cuando mirabas a Sabrina tenían la palabra 'amor' escrita en ellos".

Andrew se quedó sin palabras.

"Está bien que quieras a Sabrina. Es muy linda y es muy seria con su trabajo. ¿Qué hombre de la empresa no la quiere? Sin embargo, no hagas nada. Si Sebastian se enojó, entonces puede hacerle daño a Sabrina... Qué gran chica. Que los espíritus la bendigan, que Dios la bendiga, que los cielos la bendigan. Bendiciones para Sabrina...".

De forma inesperada, todos en la sala privada comenzaron a rezar por Sabrina.

Andrew se limitó a decir: "Si Sebastian necesitaba a alguien a quien culpar, yo asumiré toda la responsabilidad. En el peor de los casos, sería asesinado por Sebastian. Hasta entonces, ¡tampoco puedo dejar que Sabrina sufra!".

Dijo esto decisivamente, e incluso quiso llamar inmediatamente a Sebastian después de decirlo.

Fue un colega mayor quien detuvo a Andrew.

"Andrew, no llames ahora. Espera a ver qué pasa primero, por si acaso no hay nada malo entre los dos. Si llamas ahora, entonces tu llamada podría sembrar la duda. Espera a ver si Sabrina viene mañana a trabajar a la oficina. Si no viene, entonces pensaremos en una manera de salvarla". El que tuvo esta idea fue William Kiel.

Todos los presentes también expresaron su acuerdo.

Durante la noche, el departamento de diseño no durmió bien y se sentían inquietos.

Por lo tanto, en este momento, cuando vieron a Sabrina llegar al trabajo, se sintieron aliviados. Sin embargo, seguían preocupados, así que le hicieron todo tipo de preguntas.

"Sabrina, si tu esposo necesitaba culpar a alguien, puedes echarme toda la culpa a mí. Todo está bien mientras tú estés bien". Andrew miró a Sabrina con profundo afecto. "Yo, Andrew Schamber, no tengo riquezas ni honores, y no tengo dinero, pero puedo dar mi vida por ti, Sabrina".