Castigado por su amor romance Capítulo 881

Nunca lo presionó para que le dijera algo como que la quería, incluso se negó cuando él le ofreció darle algo de dinero para que lo guardara como sus ahorros. Ella le decía: "Alex, todavía tengo todas las partes de mi cuerpo, puedo ganarme la vida. Soy una buena cocinera, también sé dar masajes, esas son mis habilidades. No necesito que me des dinero".

Al ver que ella realmente no lo quería, decidió no insistir en el asunto, en parte también por su propia consideración egoísta. Ella había estado a su lado durante mucho tiempo, pero no podía definir sus sentimientos hacia ella. ¿Era amor? ¡No! Alex perdió la capacidad de amar a otro hace mucho tiempo, quizás simplemente se habían complementado el uno con el otro.

Tenía miedo de que, si le daba dinero, ella huyera con algún otro hombre y diera a luz a sus hijos para tener una vida más tranquila. Si eso ocurría, Alex no podría garantizar que no le daría una paliza a ese hombre, y por eso, se rindió cuando Jane rechazó el dinero.

Podía mantenerla fácilmente durante el resto de su vida. Podía ser una mujercita aislada de toda la maldad del mundo exterior y podía vivir como la realeza. Con él, podía pedir cualquier cosa o llamarle "esposito" todo lo que quisiera. Todos sus deseos, él los cumpliría.

Pasaron años juntos, y pronto, el implante anticonceptivo de su brazo dejó de funcionar. Fue a buscar otro implante en dos ocasiones, pero por alguna razón no funcionaban. Se quedó embarazada dos veces durante el proceso y tuvo que interrumpirlos por su cuenta. Alex la mimó aún más cuando descubrió lo comprensiva y obediente que había sido.

Habían pasado seis años y hace unos veinte días, Jane interrumpió su embarazo por tercera vez. No le informó hasta después de haber realizado el procedimiento. En ese momento, él quiso intimar. El rostro de ella estaba pálido y su voz sonó débil cuando dijo: "Alex, hoy no, por favor".

"¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?".

"Yo... lo siento, no fui lo suficientemente cuidadosa. Debería haber saltado la cuerda o algo así para que todo se hundiera. Me he vuelto a quedar embarazada. Me deshice de él esta tarde...".

Su voz se entrecortó mientras explicaba la situación como si estuviera a punto de llorar, y Alex sintió que su corazón se hundía. No es que no quisiera tener hijos, pero no podía tenerlos, por lo menos, no con Jane.

No quería que sus hijos fueran como Sebastian, desechados sin ser reconocidos oficialmente por su familia. Alex estaba decidido a tener hijos solo con su mujer, y siempre que se le ocurría la idea de tener hijos, pensaba en Lily. Esa mujer, ¿cómo podía ser tan despiadada como para ni siquiera ponerse en contacto con él después de tantos años?

"Te abrazaré mientras duermes, quédate aquí esta noche".

"¿De verdad?", preguntó ella, abrumada por la sorpresa y la alegría, y él asintió.

Esa noche, los dos se acurrucaron el uno contra el otro y pronto, se quedaron dormidos. Cuando era casi medianoche, Jane empezó a llorar en sus sueños.

"Bebé... Mi bebé, deja que Mami te mire la cara, por favor. Mami no ha podido ver tu cara...".

Alex, que se había despertado por los sollozos, la miraba sin palabras.