Castigado por su amor romance Capítulo 94

Cinco platos.

Sabrina los miró, sonriendo mientras sacudía la cabeza.

Dios, una comida tan extravagante… ¿Cómo podría comérselo todo?

Sin embargo, su corazón se sintió extasiado.

Agarrando su comida, Sabrina sonreía mientras regresaba a la cafetería de empleados para almorzar. Sin embargo, justo antes de entrar, se topó con Nigel y su amigo Zayn.

“¡Ey! ¿Has estado ayudando con el transporte de nuevos gigantes estos dos últimos días, Sabrina?”. Nigel la detuvo, bloqueando su camino mientras preguntaba casualmente.

Sabrina miró hacia arriba, sonriéndole a Nigel.

Su sonrisa brillaba con intensidad.

Nigel se quedó sin palabras una vez más.

Era la segunda vez que veía esa sonrisa en Sabrina. La primera vez fue hace tres días, mientras comía en el sitio de construcción de la compañía.

“Nigel, no te he visto en los últimos dos días, ¿has estado ocupado?”. Sabrina miró a Nigel, su radiante sonrisa hizo que sus cejas se arquearan hacia arriba.

Nigel asintió ligeramente.

“Bueno, no importa lo ocupado que estés, no olvides que recibiré mi pago en unos días. Dije que te invitaría a comer después de recibir mi pago y que también tengo que devolverte tu dinero, así que no lo olvides”.

Nigel, todavía sorprendido, tartamudeó: “Yo… no lo olvidaré”.

“Hoy he recibido demasiada comida, ¿te gustaría comer conmigo? ¿Y con tu amigo también?”, preguntó Sabrina con entusiasmo.

Sabrina sabía que era debido a su delicioso almuerzo.

Agarró su bolso y tomó el autobús para ir al hospital donde estaba Grace. Llegó dos minutos antes de las cuatro. Mientras miraba a su alrededor, escuchó una voz siniestra que venía detrás de ella. “Deja de mirar a tu alrededor, estoy justo detrás de ti”.

“Déjame mostrarte algo”. Mientras Selene hablaba, reproducía un video en su teléfono.

Al verlo, Sabrina comenzó a sentir como su sien pulsaba con rabia. Levantó la mano y sin pensarlo, abofeteó la cara de Selene.

“Ah…”. Selene se tambaleó hacia atrás. Sus lágrimas comenzaron a caer mientras retrocedía por el golpe. “Sabrina, ¿te atreviste a pegarme a plena luz del día? ¡No olvides que soy la verdadera prometida del Joven Amo Sebastian!”.

“¡No es un hecho todavía! ¡Tampoco olvides que actualmente yo soy la legítima esposa de Sebastian!”, replicó Sabrina con fiereza.

Sin saberlo, un par de ojos se fijaron en ella desde atrás.