Castigado por su amor romance Capítulo 954

"¿Qué?". Minerva pensó que lo había escuchado mal.

A su lado, Sabrina añadió: "Te preguntó qué quieres estudiar en la universidad para que podamos inscribirte en una escuela adecuada".

Sabrina conocía mejor a su esposo. Era un esclavo de los deseos y necesidades de su hija.

Sebastian podría darse cuenta de que a su hija le agradaba esta chica de nariz aplastada. Era salvaje y rebelde, pero en conjunto, tenía un alma justa. Crecería para ser un talento valioso si llegaba a recibir una educación adecuada.

Y lo más importante, tendría a una amiga, y Sebastian también lo consideró. Al llevar a Minerva a Ciudad del Sur, la tendría como rehén. De esta forma, si Harry Payne y su esposa querían derrocarlo e idear otro plan retorcido, ya no podrían hacerlo.

Minerva empezó a llorar con gratitud: "Yo... Yo... Amo... Amo Sebastian, usted... ¿realmente está dispuesto a patrocinar mis estudios en Ciudad del Sur? Ciudad del Sur está llena de buenas escuelas, con tantas universidades como algunas de las ciudades más avanzadas del mundo. Es mi sueño estudiar en Ciudad del Sur, yo... quiero estudiar medicina".

Convertirse en doctor era el sueño de su vida. Quería cuidar a los pacientes y salvar sus vidas. Sin embargo, nunca le contó a nadie su sueño porque nadie creería que una pequeña rebelde como ella tendría un sueño tan significativo. Solo en ese momento le confesó al mundo sobre su sueño.

Además, había un lado de ella que nadie conocía. Para conseguir esta valiosa oportunidad, se apresuró a explicarse ante Sebastian: "Amo Sebastian, en realidad soy más que una pequeña rebelde. Todos los domingos, cuando no había clases, acompañaba al doctor particular de mi padre y aprendía de él algunos de los trucos del oficio. Tengo mucho conocimiento en enfermería. Realmente espero poder convertirme en doctor en el futuro. Quiero estudiar en la mejor facultad de medicina de Ciudad del Sur, ¿será posible?".

Cuando las palabras salieron de su boca, se rio con desprecio.

Una prisionera.

¿Cómo podía hacer una petición tan exagerada?

"Si lo que dices es cierto, entonces, es perfecto. Casualmente, hay un paciente que tengo que llevar a casa. En el viaje de vuelta, te encargarás de cuidarlo", dijo Sebastian.

Minerva preguntó: "¿En… serio?".

"Y". Sebastian permaneció inexpresivo, con su voz tranquila y distante. "Cuando llegues a Ciudad del Sur, te darás cuenta que no puedes asistir a la escuela de medicina solo porque quieres. Tienes que presentar un examen. Si no te va bien, tendrás que esforzarte más y estudiar mucho".