Castigado por su amor romance Capítulo 957

Sabrina sonrió ligeramente en dirección a Nigel, y luego se dio la vuelta para alejarse de él.

No sentía ni un poco de amor hacia él. Solo amistad. El amor familiar que sentía por Zayn era mucho más fuerte que la amistad que compartía con Nigel. Sin embargo, había un sentimiento de gratitud de su parte ahora, pero no había nada más que esto.

En ese momento, Sabrina centró toda su atención en su esposo. Él había capturado la casa de Selene y sus padres. La ironía es que de tantas vueltas ahora se encontraban con sus enemigos vivitos y coleando junto a ellos. Además, estaban a punto de volver a pisar este pedazo de tierra, sanos y salvos. Todo ello gracias al todopoderoso e influyente abuelo de Selene. El mismo viejo que intentó por todos los medios matarla hace seis años.

Sabrina dejó escapar una risa despreciable al pensar en el Viejo Amo Shaw. Se sintió asqueada, como si estuviera a punto de vomitar. Sin embargo, no tuvo más remedio que enfrentarse a él. Se preguntaba cuál era el inestimable secreto que guardaba. Estaba desesperada por saberlo, al igual que Sebastian.

La familia de tres y Kingston salieron bajo la protección de los cuatro soldados. En el momento en que la entrada del vestíbulo principal del aeropuerto llegó a su campo de visión, vieron al Viejo Amo Shaw de pie allí mismo.

Parecía marchito, más viejo y más frágil de lo que parecía apenas dos semanas antes. El viejo, que siempre era tan vivaz como un grillo, estaba ligeramente encorvado.

En ese momento, detrás de ellos, Selene, que estaba atrasada, levantó los brazos y gritó agitadamente: "¡Abuelo! ¡Abuelo! ¡Llegamos, bajamos del avión! Abuelo, rápido, pídele al Amo Sebastian que nos deje ir".

Sabrina y Sebastian no dijeron nada.

Los dos vieron claramente a Axel Poole de pie detrás del Viejo Amo Shaw. Él era el que había estado enviando refuerzos a Isla Estrella. En ese momento, su expresión era aún más fea que la del anciano.

Sabrina y Sebastian se miraron a los ojos y sonrieron simultáneamente, y luego se dirigieron lentamente a la salida.

Mientras guardaba su teléfono, ella y Sebastian se acercaron al Viejo Amo Shaw. Notaron que las lágrimas corrían por la cara del anciano mientras miraba a Selene, que también estaba llorando. Sin embargo, sin el permiso de Sebastian, los soldados no la dejaron acercarse. Con el anciano mirando, arrastraron a Selene al coche y llegaron a un exclusivo club de Ciudad del Sur.

El salón privado había sido reservado con antelación.

Acomodándose en el salón, Sebastian preguntó: "Viejo Amo Shaw, ¿puede contarme el secreto ahora?".

El anciano no intentó ocultar más la verdad. Dijo lentamente: "Sebastian, tienes un hermano en Isla Estrella. Uno que comparte el mismo padre y madre que tú".