Castigado por su amor romance Capítulo 983

"¡La hermosa Tía Ruth...!". Al ver a Ruth, Aino se zafó inmediatamente de los brazos de Jane y corrió hacia ella. "Hermosa Tía Ruth, tengo algo para...".

Antes de que Aino pudiera terminar su frase, Sabrina la levantó y le tapó la boca. "Suficiente. ¡Vas a asustar a la Tía Ruth a plena luz del día!".

Aino se detuvo un momento antes de asentir. "¡Ohhh, está bien, Madre!".

Entonces, Aino siguió caminando hacia Ruth.

Ryan también gritaba con entusiasmo. "¡Tío Sebastian, Tía Sabrina, hermanita Aino! Quería recogerlos en el aeropuerto pero Ruth no me dejó, así que no tuvimos más alternativa que venir a verlos aquí".

Ruth le dio un ligero golpe a Ryan. "Aino me llama Hermosa Tía Ruth, y tú llamas hermanita a Aino. Entonces, ¿cómo deberías llamarme?".

Ryan le lanzó una sonrisa traviesa. "Ruth, ¿me crees si te digo que te voy a domar esta noche?".

"¡Sabrina! ¡Sabrina!", se quejó Ruth inmediatamente. "Míralo, haz que el Señor Ford le dé una lección. De todos modos, llama tío al Señor Ford".

Sabrina no tuvo que decir nada antes de que Sebastian regañara a Ryan. "¡Mocoso! ¡Compórtate con tu esposa!".

"¡Sí, Tío Sebastian!". Ryan lo obedeció inmediatamente, comportándose de forma aún más sumisa que con su tío biológico Alex.

Justo en ese momento, Axel, que estaba incomodado y enfurecido por el hecho de haber tenido que pagar por algo que no usó, salió furioso y se encontró con que las personas que habían llegado a recoger a Sebastian y a su esposa a la casa club eran todos miembros de la familia Poole.

"¡Yo también! Yo también estoy respaldando a la Hermosa Tía Ruth", añadió Aino con la cabeza inclinada a un lado.

Ryan lanzó una mirada de reojo a Ruth y se burló: "¡Oye! ¿Estás…? ¿Estás viendo esto? Mi propia sangre, mi tío y el hermano de sangre de mi tío, ¡todos están de tu lado!".

"¡Por supuesto!". Ruth sonrió de oreja a oreja.

Todos estallaron en carcajadas. Incluso Kingston, que estaba de pie junto a ellos, empezó a reír también. La escena armoniosa solo había añadido más fuego a la ira que ardía dentro de Axel, que observaba desde la entrada del local. Sacó su teléfono y marcó un número con un rápido movimiento.

"Te pregunto si has encontrado a la mujer que te dije que buscaras".