El vuelo estaba anunciado. Lo cual desató el llanto en las mujeres. Tomás quien había sido más duro que un roble para demostrar sus emociones, se encontraba apretando su mandíbula y cuando abrazo a su hija no se contuvo y lloró como todo un hombre, muerto de vergüenza pero orgulloso de si mismo, abrazó a Danny y lo hizo prometer que cuidaría de su hija.
Cuando Danny se acercó a su hermana, ella lloraba cabizbaja. Con la mano en su mentón levantó su rostro y le dijo.
-Así quiero que estés siempre, con la cabeza firme sobre tus hombros y la frente en alto. No dejes que nadie te pase por encima. Hazte valer Emma, yo no estaré físicamente aquí para defenderte, pero que sepan que tienes un guardaespaldas de lujo.-dijo mirando a Kevin- y que el demonio está en España, pero al más mínimo daño que te hagan, aquí estaré para matar a cualquiera. Cuídate mucho hermana. Estudia y no te metas en problemas, Cuida a Kevin, es la mejor persona que conozco y créeme que tiene los peores hábitos, pero no tan malos como los míos. Te amo pequeña. Esto es un hasta luego. Te llamaré y mandaré mensajes todo el tiempo. Pórtate bien.-
Emma no pudo articular ni una palabra, el llanto entrecortaba su respiración y se le hacía difícil hablar, cuando se tranquilizó un poco logró decir.
-Todo estará bien hermano, no te preocupes. Te amo con todo mi corazón, y te extrañaré, sé que me harás falta, pero seré fuerte.-
-Así me gusta. Una cosa más, trata de no llevarme a la quiebra con la tarjeta de crédito- dijo Danny riendo.
Todos sonrieron con un aire de tristeza. No quedaba tiempo así que hubo un último abrazo y se fueron. Mientras Danny y Kary se iban. Kevin tomó a Emma pasando un brazo por sus hombros, mientras le susurraba.
- Todo estará bien.-
Los padres de Kary se despidieron de los dos cuando salieron del aeropuerto, prometiendo ir a visitarlos. Emma los abrazo con fuerza y les prometió ir a visitarlos más seguido.
-Tú preocúpate por estudiar mi niña.- Le dijo a Emma- Y tú cuídala muy bien, sabes a lo que me refiero- dijo mirando a Kevin.
-Lo haré,no se preocupen y vengan cuando quieran.- Contesto Kevin.
Cuando estaban volviendo, un largo silencio se apoderó del ambiente, pero Emma no lo soporto más y para romper el silencio dijo.
- Podemos ir por helado?-
-No.-Dijo Kevin con la voz áspera y cortante. Emma trató de calmarse y no mandarlo al diablo. Odiaba esas contestaciones.
-Primero iremos a la universidad, arreglaremos para que comiences mañana mismo, el día de hoy ya está perdido.-
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