La noche parecía mágica, la luz de la luna iluminaba tenuemente la terraza. Hunter tenia aprisionada a Samy contra la puerta de madera y le había dicho todo lo que tenia guardado, o al menos casi todo. No quería sacar ventaja del estado en el que ella se encontraba, hubiera deseado decirle dos palabras mas.
Penso Hunter, mientras caía en la cuenta de que cometería un grave error si lo decía en voz alta.
Mientras se acercaba cada vez mas, el cuerpo de Samy se puso en tensión, sus ojos se cerraron involuntariamente, y en su interior se debatía una gran ansiedad por ser besada, y el rechazo de sus deseos, por conservar la amistad. Pero el solo sentir el aroma de Hunter y la tibieza de su piel era como estar embriagada. Quería sentir sus labios, por primera vez quería llegar mas allá de lo que nunca hubiese imaginado, pero solo con el. Porque nunca había sentido tal atracción, tal adicción por un chico.
Finalmente sintió la respiración muy cerca de su rostro, Samy no se animo a abrir los ojos, era tarde para rechazarlo. Espero paciente hasta que sintió un dulce y cálido beso en su mejilla, y luego otro un poco mas largo en su frente acompañado por un fuerte abrazo. Ella no pudo contener las lagrimas. Sentía orgullo de tener un amigo como el, y decepción por no ser una mujer digna de robar su corazón.
Hablaron por un largo rato mientras comían. De todo y de nada, Samy no había vuelto a ser la misma luego de la muerte de su padre y Hunter la necesitaba, la extrañaba. El pitido de su reloj lo saco de sus pensamientos indicando las doce de la noche.
-Feliz cumpleaños Sam.- Dijo Hunter con la mirada cargada de un brillo inexplicable.
Samy no había caído en la fecha, había olvidado por completo el día de su cumpleaños, nuevamente la angustia y el remordimiento por no tener a su padre volvieron a amenazar. No se permitió llorar, pero se lanzo a los brazos de Hunter. El abrazo fue fuerte y sincero. Acomodo la cabeza en su pecho y se quedo allí varios minutos.
-Gracias por estar a mi lado, eres muy valioso para mi. No puedo decir con palabras el enorme placer que siento de que seas mi amigo. Me das seguridad, tranquilidad y paz. Has sido mi apoyo, has aguantado todo, y a pesar de que estoy tan alejada de ti, sigues luchando para tenerme a tu lado. Estaré agradecida de por vida.-
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