Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 1056

¿Él cómo podría ser un tipo simple?

¿Él se fugaría con una mujer todo por su cariño hacia ella y a pesar de que ella estaba casada?

¡Qué broma!

Nell lo maldijo en secreto y luego miró severamente a Jeff.

“Señor Flinders, ¿por qué no solo me lo dices honestamente, por qué me secuestraste? Solo dame una respuesta directa sobre si planeas matarme o degollarme, o si no, ¿cuál es el punto de dejarme colgada aquí?”.

Jeff reflexionó un poco por un rato.

Él luego dejó escapar una leve sonrisa. “¿He escuchado que has estado casada con Gideon por cinco años?”.

Nell fue sorprendida con la guardia baja.

Ella no entendió por qué hizo esa pregunta.

Sin embargo, no era un secreto, por lo que ella asintió sin pensar.

“¿Si, por qué? ¿Estás interesado en nuestra historia?”.

Jeff negó con la cabeza.

Él se rio entre dientes y dijo: “Solo tengo curiosidad. Ambos han estado casados por 5 años, pero ¿él por qué te ha mantenido en la oscuridad y tú por qué no has notado nada? La gente dice que eres inteligente, pero en mi opinión, eres la mujer más tonta en este mundo”.

La expresión facial en el rostro de Nell cambió.

Ella no era una persona arrogante, pero eso no significaba que le gustaba que alguien la regañara.

Por lo tanto, ella inmediatamente lo criticó de vuelta sin piedad.

“Oh, originalmente pensé lo increíble que eras controlando a la familia Flinders, pero en realidad nunca esperé que fueras un cobarde después de todo”.

Sus comentarios cortantes, sin embargo, no lograron enojar a Jeff.

En cambio, él se dio la vuelta para mirar el vasto mar como si estuviera pensando en algo. Después de un tiempo, él dijo: “Tengo un secreto sobre Gideon. No estoy seguro si estás interesada en saberlo”.

Nell se burló. “Deja de engañarme con esas palabras innecesarias. ¿Quieres arruinar nuestra relación como marido y mujer? Aún no tienes la experiencia suficiente”.

Jeff se rio entre dientes mientras negaba con la cabeza.

“Ya sea que yo esté arruinando tu relación o no, lo descubrirás después de escuchar esto”.

De repente, se dio la vuelta y la miró profundamente. Él preguntó: “¿Todavía recuerdas ese incidente en el que perdiste tres meses de memoria después de ser perseguida por alguien hace 10 años?”.

Nell se sorprendió tan pronto como él dijo eso.

Todo lo que podía sentir era un escalofrío recorriendo su columna vertebral, poniéndole los pelos de punta.

Su expresión se volvió seria mientras miraba a Jeff con frialdad.

“¿Cómo lo sabes?”.

Jeff se acercó a ella, se arrodilló, la miró a los ojos con calma y dijo palabra por palabra: “¿Y si te dijera que la persona que te persiguió e hizo que te ahogaras en el agua era Gideon? ¿Lo creerías?”.

El rostro de Nell se puso pálido en un instante, luciendo bastante nauseabunda.

Jeff la miró solemnemente. Aunque los dos no continuaron hablando, su contacto visual decía mucho.

Nell negó con la cabeza y murmuró: “Es imposible. ¡No es él! ¡No me mientas!”.

Jeff se rio entre dientes porque no fue sorprendido por su reacción.