Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 1065

Por supuesto, la persona en la cama todavía permanecía en silencio.

Ella esperó por un rato, pero al darse cuenta de que Gideon no respondía, ella extendió el brazo para tocarle la frente con curiosidad.

Sin embargo, mientras su mano todavía estaba en el aire, el hombre que yacía inmóvil en la cama, de repente abrió los ojos y la agarró por la muñeca rápidamente. Tenía una expresión que hizo que Nell pensara que realmente no estaba familiarizado.

Era como mirar a alguien a quien nunca conociste, o tal vez incluso a un enemigo.

Nell sonrió amargamente. De hecho, ella era una enemiga de Gideon, ¿o no?

Después de todo, aunque no sabía lo que sucedió, ella también pudo notar por la situación anterior que Gideon estaba persiguiendo a Jeff, pero ella lo había salvado por coincidencia.

Por lo tanto, ella no tenía nada de qué quejarse.

Nell apretó los labios, resistiendo la extraña sensación al mirarlo a los ojos, y preguntó: “¿Ya estás despierto? ¿Cómo te sientes? ¿Sientes alguna molestia?”.

Gideon le apartó la mano con frialdad y se sentó.

“¿Qué es este lugar?”, él miró a su alrededor y preguntó con voz ronca. Tal vez porque estaba herido, su voz era anormalmente áspera.

Nell estaba un poco perpleja. “¿Tú tampoco lo sabes? Pensé que fue tu gente la que nos rescató. Deberías saber en dónde estamos”.

“¿Mi gente?”. Gideon la miró con extrañeza. “¿Quiénes son mi gente?”.

Nell se sorprendió. Inmediatamente, ella escuchó una voz baja: “Mi gente murió hace mucho tiempo en el barco”.

¡Nell se sorprendió!

“Entonces, ellos no son-”.

Al darse cuenta de algo, ella cerró la boca de repente.

Gideon no habló. Observó el instrumento adherido a su propio cuerpo y extendió la mano para sacar el tubo, luego se puso su abrigo y salió.

Nell lo siguió rápidamente.

Todavía no había nadie afuera, pero esta vez, tal vez porque estaba con Gideon, observó algo diferente. Por ejemplo, parecía haber una tenue luz roja atravesando el aire y sabía que eran rayos infrarrojos.

Gideon dijo con frialdad: “Sígueme de cerca y haz lo mismo que yo”.

“Sí”, Nell respondió obedientemente mientras lo seguía y caminaba paso a paso.

En unos cinco minutos, los dos llegaron afuera.

Gideon tomó un uniforme de conserje de algún lugar y se lo arrojó a ella, indicándole que se lo pusiera. Luego, se cambió a otro conjunto de ropa idéntica. Sacó dos botes de basura del pasillo y salieron juntos con la cabeza gacha.

No fue una salida difícil.

Los dos pronto llegaron afuera. Gideon la miró y dijo con voz profunda: “¿Vendrás conmigo o regresarás por tu cuenta?”.

Nell se dio cuenta de que ahora estaba a salvo, por lo que negó con la cabeza. “Regresaré sola”.

Aunque su pensamiento real era seguir a Gideon, solo de esa manera podría saber lo que él estaba haciendo.

Sin embargo, no fue su decisión.

En ese momento, Nell se dio cuenta de que, aunque ahora estaba atrás en el tiempo, en realidad, era solo una espectadora que solo podía ver lo que sucedió ese año sin hacer ningún cambio.

Gideon asintió sin decir nada, se dio la vuelta y subió al coche.

Nell también detuvo un taxi al costado de la calle y tomó el taxi hasta la escuela.

Cuando llegó a la escuela, el entorno era el que ella aún era familiar.