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Nell abrió mucho los ojos de la perplejidad. Al mismo tiempo, Gideon también lucía estupefacto.
Después de eso, los dos cayeron al océano.
Nell nunca supo que, hace mucho tiempo, ella y Gideon habían pasado por esa situación. Aunque ella no estaba dispuesta a pasar por eso de nuevo, no era un error que la bala hubiera atravesado sus cuerpos.
Ella no sabía quién era el perpetrador, pero tenía la sensación de que Gideon lo sabía.
Todo lo que sabía era que sus recuerdos perdidos regresaron rápidamente a ella en ese momento. Ella recordó el tiempo que habían pasado juntos cuando vivían en el condominio. Recordó haberse enamorado de Gideon por lo cariñoso que era él hacía ella.
Aunque estaba bastante callado la mayor parte del tiempo, él siempre era tan gentil cuando se trataba de ella.
Ella recordó que se quedaron despiertos en el balcón en medio de la noche, hablando de sus pasiones y ambiciones en la vida. Él le habló de las cosas que ella nunca entendió en la vida. Él habló de bestias nucleares milenarias e incluso de las maravillas del espacio exterior. Esas fueron las cosas de las que hablaron.
En ese momento, ella sintió como si estuviera escuchando una historia escrita por los dioses. Ella recordó todo el respeto que le guardaba a él y como ella lo miraba.
Fue probablemente en ese momento cuando decidió que haría cualquier cosa para lograr los planes de él, incluso si eso significaba que tenía que sacrificarse. Después de todo, de lo que él dijo, no habría paz en el mundo si ningún sacrificio se hacía.
Ella se dio cuenta de que realmente no dependía de ella corregir algunas cosas.
Cuando los rescatistas la sacaron del océano, también salvaron a Gideon.
Sin embargo, ellos no se habían vuelto a ver desde ese incidente.
Como ella estaba gravemente herida debido al disparo, no parecía que saldría viva de eso.
Inconscientemente, ella escuchó a alguien decir: “Ella sabe demasiado. No podemos dejarla vivir más. Ella debe morir”.
Antes de que el perpetrador pudiera hacer algo, otra persona lo detuvo en seco. “No, Leith definitivamente nos perseguirá si ella muere. Si él sabe que lo hicimos, no nos ocurrirá nada bueno tampoco”.
“¿Qué propones entonces?”.
“Borra su memoria y tírala al océano. Si sobrevive a esto o no, depende del destino”.
“Bien, está decidido entonces”.
Nell nunca imaginó que el final que siempre perseguía terminaría de esta manera. Las lágrimas corrían por su rostro mientras miraba al hombre acostado silenciosamente a su lado, completamente ajeno a lo que estaba sucediendo a su alrededor.
Así que, eso era todo.
Esa era la verdad que ella siempre quiso saber.
Él no quería que eso sucediera, pero no se podía negar el hecho de que había sucedido debido a él.
Por eso él había estado tan decidido a casarse con ella después de todo este tiempo. ¿No era por amor? ¿Él lo hizo solo para compensar sus errores?
¿Era por eso que, aunque él podría haberle explicado lo que había sucedido, había decidido no hacerlo? ¿Era esa la razón por la que había decidido enterrar todo en lo profundo de su corazón, a pesar de que ella le había dado oportunidades más que suficientes para explicar las cosas?
Así que, esa era la verdad.
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