Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 117

Dado que Nell era una niña insensible en primer lugar, no se le debía culpar a la abuela por ser despiadada.

Con eso en mente, Sylvia exclamó con voz ronca: “¿No ves que hay alguien sentado aquí? ¿Y qué si no lo conoces? ¿Por qué no lo saludaste?”

Nell frunció el ceño.

Como nunca había estado involucrada en el negocio de los Jennings, ella no vio la necesidad de saludar al Sr. Cap.

Sin embargo, ella volteó su mirada hacia el hombre sonriente que la había estado mirando.

Aun así, ella le rindió el debido respeto a Sylvia frente a los forasteros y saludó: “Sr. Cap.”

“Oh, no hay necesidad de ser cortés. Solo soy unos años mayor que tú. Solo llámame, Hermano Cap o Hermano Dylan.”

Dylan le dio una sonrisa amistosa, con un toque de congraciamiento.

En su mente, Nell puso los ojos en blanco.

¿Más viejo por un par de años?

Debía ser más viejo por décadas, ¿no es cierto?

Si ella recordaba correctamente, ¡Dylan estaba en sus treinta, cerca de los cuarenta años!

¿La gente en estos días pensaba que afeitarse la barba y teñirse el cabello daría la impresión de tener veintiún años?

No obstante, ella se guardó estos pensamientos para sí misma. Por supuesto, ella no iba a dirigirse a él como Hermano Cap. En cambio, le lanzó una mirada rápida a a Sylvia.

“Estoy ocupado esta noche, ¡solo dime si tienes algo que decir!”

Sylvia respondió en voz baja: “¿Cuál es la prisa? Te llamé a casa para cenar juntos. Cuida tus modales, mira que apresurarte a irte antes de que la comida siquiera esté en la mesa.”

Ella luego se volteó para sonreírle a Dylan con una expresión arrepentida. “Sr. Cap, lo siento mucho. Esta chica está realmente malcriada por la familia. Ella puede ser testaruda, perdónenos.”

Dylan inmediatamente se echó a reír. “Está bien, está realmente bien. Me gusta mucho la franqueza de la Sra. Jennings.”

Nell frunció el ceño y pudo detectar un aire ominoso surgiendo de su conversación.

En ese momento, se escuchó una voz descarada desde el exterior.

“Abuela, ¿de quién es el coche aparcado ahí fuera? ¿Tenemos invitados hoy?”

Celine entró de brazo en brazo con Jason.

En el momento en que Nell la vio, sus ojos se volvieron fríos.

Celine, por otro lado, expresó un placer agradable.

“¡Hermana! ¡Estás en casa!”

Soltó el brazo de Jason y corrió, eufórica.

Cuando Celine se acercó, se dio cuenta de que Dylan estaba sentado en el sofá.

“¿Eh? ¿Quién es este?”

La sonrisa de Sylvia no desapareció desde que Celine entró en la habitación.

Sylvia los presentó rápidamente con una sonrisa. “Este es el Sr. Cap de Jinshang. Él ha ayudado a nuestra familia durante años. Puedes llamarlo Hermano Cap.”

Celine, luciéndose, le dio la bienvenida complacientemente. “Hermano Cap.”

Dylan le devolvió una sonrisa. “Hace mucho que escucho de tu buen nombre. De hecho, eres tan hermosa como pensaba. Encantado de conocerte.”

Con eso, él se levantó para intercambiar un apretón de manos con Celine.

Él luego se volteó hacia Jason, que estaba al lado de Celine. Sus ojos se iluminaron.

“¡Debes ser el joven amo de los Mortons!”